Según el estudio de la “National Health and Wellness Survey” realizado en 2010 por Kantar Health y titulado “La prevalencia y el tratamiento del dolor en la población adulta en España”, el 60,53 por ciento de la población española sufre dolor de espalda. Esta elevada frecuencia se observa también en las consultas a los médicos generales, donde el dolor de espalda ocupa la segunda posición frente a las enfermedades de las vías respiratorias superiores.
Teniendo en cuenta que el 39,39 por ciento de las personas que sufren dolor intenso se ausentan de su puesto de trabajo, el dolor de espalda representa un problema considerable de salud pública por su importante repercusión socioeconómica.
La mayoría de las personas con dolor de espalda van al médico para aliviar su dolor, la gran mayoría de las veces con fármacos. La segunda opción de tratamiento es la fisioterapia: calor, terapia manual, acupuntura… Y en tercer lugar, la actividad física.
Pero…¿y si supiéramos prevenir el dolor de espalda? En vez de tener que acudir al médico, al tratamiento farmacológico, sufrir el dolor… ¿podríamos evitar todo esto?
En el artículo de esta semana queremos explicaros que sí, ¡es posible! El mejor tratamiento es siempre la prevención.
Para hablaros de dolor de espalda, antes os explicaremos dos músculos fundamentales en la columna vertebral: los multífidos y el transverso del abdomen. Ambos son músculos sinergistas, es decir, que al contraerse uno de ellos, el otro lo hace también.
En este caso, el músculo multífido es un conjunto de fascículos musculares que se insertan en cada una de las apófisis espinosas de las vértebras de toda la columna. Va desde la parte posterior del hueso sacro hasta las vértebras cervicales. Es decir, es el gran estabilizador de las vértebras en cada articulación. Por lo que, si conseguimos que los multífidos estén fuertes, las vértebras de nuestra columna se mantendrán fijas y estables en cada movimiento, evitando lesiones en los componentes articulares de la columna.
Pero… ¿cómo fortalezco los multífidos?
Es aquí donde os presentamos al transverso del abdomen, el más profundo de los músculos del abdomen, la llamada “faja abdominal natural”. Se inserta en las apófisis transversas de las vértebras lumbares (al igual que los multífidus), dirigiéndose hacia delante para terminar en la línea alba y el pubis.
Este músculo es sinergista con los multífidos, ambos se contraen a la vez. Fortalecer el transverso del abdomen significa fortalecer los multífidos, por lo que ya sabemos lo que tenemos que hacer.
Pero el transverso del abdomen no trabaja como un músculo abdominal normal y corriente. Los abdominales clásicos o los oblicuos no sirven para fortalecerlo. Lo más básico para contraer el transverso, es imaginarnos que queremos que nuestro ombligo atraviese nuestra espalda, o introducir la zona de debajo de nuestro ombligo hacia dentro, como si quisiéramos meter barriga.
Existen muchas modalidades de ejercicios en los que se incluye al transverso del abdomen de forma voluntaria: el pilates, la escuela de espalda, la natación, algunas posturas de yoga… Lo importante del ejercicio es mantener la pelvis y la columna vertebral alineadas, “metiendo el ombligo”.
Si realizamos ejercicios de este tipo dos o tres veces a la semana, con constancia es posible disminuir y prevenir el dolor lumbar. En Clínica Mohedo llevamos a cabo ejercicios de escuela de espalda o pilates terapéutico en los que os explicamos de forma individual qué ejercicios os vienen mejor según vuestra fisionomía.
¿A qué estás esperando para despedirte de este dolor de una vez por todas?
