Aunque ya llevan varias semanas en uso y son la gran novedad de Antequera, me hago dos preguntas: ¿los que lo diseñaron cayeron en el sol que hace en el lugar y en el calor que padecen los juegos?
Me explico. ¿Los abuelos y padres podemos soportar horas y horas el sol encima? ¿Y los niños? ¿Aguantarán el metal recalentado?
Creo que Antequera precisa más sombras, y más en los parques. Y que el interior de los toboganes pueden ser un horno para los críos. No he entrado, lógicamente en ellos, pero supongo que el calor debe ser asfixiante y puede provocarles quemaduras.
Ojalá haya respuestas y se haya tenido en cuenta, antes de que haya que lamentar cualquier incidente en esta destacable zona infantil de juego de Antequera.