Reconoce que «desde el día de Vélez no tengo contacto con el presidente, cosa rara en nosotros, porque nos solíamos llamar mucho», tras casi haber hablado todos los días desde que se hizo cargo del equipo.
En tan sólo tres jornadas, cree que no se podía conjuntar al equipo muy renovado, por lo que cree que la decisión no ha sido por los resultados: «No ha sido por temas deportivos». Entonces cree que «no ha habido feeling, no soy una persona muy dada a hacer halagos, sí reconozco el buen trabajo de las personas, como el que ha tenido esta directiva en buscar dinero».
Sobre la forma de despedirle cree que no ha sido adecuada «por la forma y el trato, merecía sentarnos, hablar, pedir explicaciones, un ultimátum previo, mirarnos a la cara».
Al haber sido por teléfono, no se ha despedido de los jugadores: «No se me ha dado la oportunidad de despedirme de ellos, no voy a volver a ir a Antequera» para hacerlo.
Tras la llamada de Lara, el presidente, Ángel González, «me mandó un whatsapp por la tarde, fuimos duros, tajantes y a veces hasta maleducados, pero era una reacción» del calentamiento de la situación.
Aunque Luis estuvo a punto de irse con él, Cuevas dice que habló con él y se queda porque fichó por el Antequera y no por el Cuevas Club. Se va con buen recuerdo del esfuerzo y se va con mal sabor por la forma de destituirle: «Yo creía bastante en Ángel, digo creía porque siento que él me ha fallado».