Se está a la espera de que la señora Gowen informe a la UNESCO de lo que ha visto en Antequera y de que este Organismo diga al Ministerio de Cultura, a la Junta de Andalucía, equipo de Bartolomé Ruiz incluido, y al Ayuntamiento de Antequera, qué “estorba” y qué hay que hacer para que en Noviembre, el informe de esta reciente visita sea positivo, condición imprescindible para el visto bueno de la citada UNESCO a la soñada declaración del “Sitio de los Dólmenes” como Patrimonio de la Humanidad.
No hay comunicado oficial de la visita, pero miembros del equipo que acompañó permanentemente a doña Margaret, nos han dado su opinión de lo visto y lo oído, de las impresiones de quien tiene en sus manos el acontecimiento histórico que supondría para la ciudad el visto bueno que hubiera dado, sin rechistar, el que fuera director de UNESCO allá por los años ochenta, doctor Amadou Mathar m’Bow, que puso en marcha todo esto. Y esos comentarios sugieren dos cosas; que la categoría de los monumentos naturales y de los hechos por el hombre “es impresionante”, asombrándose –que ya es difícil que una figura así se vea sorprendida por algo— del momento mágico del rayo de sol entrando en el dolmen de Viera. Vamos, que la maravilla de informe que preparó a conciencia Bartolomé Ruiz, con el extraordinario equipo de técnicos que reunió; que las declaraciones de autoridades en el mundo de la Historia y la Arqueología ponderando la valía del Sitio, se corresponden con la realidad más imparcial. O sea que los “protagonistas”, “hicieron” todo lo que podían.
Ahora, como ya se sabe más o menos lo que hace falta, es el momento de comenzar a hacerlo sin perder un minuto: disponer el control de lo que se construya en los alrededores de los Dólmenes, ir preparando esa “cortina” de árboles que “tape” lo que afea el entorno, acondicionar el fallido Museo para que tenga, sólo, salón de actos, cafetería y recepción, olvidándose de todo lo demás, que la señora Gowen considera “distraerían la atención del motivo principal, que son los Dólmenes”.
Se dice que se está a la espera de recibir notificación de lo que ha gustado menos, pero puesto que se sabe o que hemos adelantado sería el momento de comenzar a solucionarlo, informando de ello a doña Margaret, para que viera que se está ya en la tarea, que toda la movilización promocional que se ha hecho, y que maravilló a la enviada de UNESCO, tiene continuidad en lo que compete exclusivamente a las autoridades, locales, autonómicas y nacionales.
Quienes desde Antequera o Málaga tienen acceso a ellas, tienen el deber moral para con su tierra de no parar, y los organismos aludidos, lo tienen de olvidarse de choques, de enfrentamientos, de excusas, de darse la mano y de pensar que la Declaración beneficia a España, a Andalucía, a Málaga y a Antequera. ¡Ah! Y sepan que ya hay “rapaces” preparándose para el caso de que nuestro sueño fuera despreciado…
Señores políticos: olvídense de todo lo que no sea Antequera y su “Sitio de los Dólmenes”.