El tramo final de calle Lucena, desde la confluencia con calle Medidores hasta San Agustín, permanece en obras desde comienzos de esta semana y, previsiblemente, durará dos semanas.
La calle, que hace unos años se reabrió al tráfico tras ser semipeatonal, sufre de hundimientos en la zona de la rodadura de los vehículos. Y precisamente esa zona, las dos franjas por donde pasan los neumáticos de los vehículos, es donde más ha sufrido un pavimento que estaba hundido, por lo que la acumulación de charcos en la zona era habitual.
Con ello, los que más han sufrido, aparte de los viandantes que más de una vez se han encontrado con la ropa empapada tras el paso de un coche, son los comerciantes. Ellos son los que más han vivido el problema, ya que el agua a veces entraba en sus establecimientos y, no sólo el agua, también “trocitos” de cemento.
Carmona, delegado de Obras: “Es una pena que esta calle tenga que sufrir obras”
El concejal de Obras, José Ramón Carmona, detalla que ahora mismo “hay un montón de zonas en las que se están formando charcos”. Así, admite que “es una pena que esta calle tenga que sufrir obras por culpa de una mala ejecución desde que la hicieron”.
Milagros Vegas, dueña de un comercio: “He tenido que forrar la puerta”
Milagros Vegas es otra afectada en la calle: “El agua se acumulaba, se encharcaba y cada vez que pasaba un vehículo el agua salpicaba. He tenido que forrar la puerta”. Aún así, la obra le parece “un poco tarde, pero más vale tarde que nunca”.
María Dolores Sánchez, comerciante: “La fachada la tenemos fatal, se está comiendo todo el brillo“
Esta comerciante admite que “la fachada la tenemos fatal, se está comiendo todo el brillo de las losas”. Aún así, cree que “lo tenían que haber arreglado hace años, bastantes veces hemos protestado ya”.
Miguel Rodríguez, trabajador de la obra: “Le estamos poniendo hormigón“
Miguel Rodríguez nos cuenta que están haciendo “una reposición porque había muchas vaguadas de los rodamientos de los coches y hacía charcos”.
Ahora, “le estamos poniendo hormigón, antes tenía arena con un poco de cemento”.
José Sánchez Romero, hostelero: “Es un parche más. Durará el invierno”
Dueño de un bar de calle Lucena, cree que la obra que se está realizando ahora “es un parche más”.
Porque “durará el invierno, porque eso es hormigón con los bloques encima. Se hará otra vez trocitos y estaremos en lo mismo”.
Gloria Rabaneda, gerente: “Hay agua que viene de calle Infante y se mete en Lucena”
Señala que además de la situación de la calle “noto que hay mucha agua que viene de calle Infante, el agua dobla y se mete en Lucena”. Por ello, “deberían poner un sumidero para que el agua siga su curso hacia adelante”.
