Antequera está ante uno de sus momentos más decisivos e importantes en su historia: la inclusión o no de su candidatura a la reunión de la UNESCO este próximo mes de julio en Estambul.
El alcalde de Antequera, Manuel Barón, espera la llamada en estos días: “Se va a hacer entre el 15 y el 18 aproximadamente”. Será ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) quien se lo comunique al Ministerio de Cultura y éste a la Consejería de Cultura y al propio Ayuntamiento.
La candidatura está ya dentro de la lista indicativa y lo que ahora se trabaja es ser declarado Patrimonio Mundial. “La comunicación es el informe que nos enviaron en febrero, aclarando las dudas que les sugerimos en la visión y estudio del primer informe, que sean correctas y obedecen a todo lo que se le ha requerido”.
Así comunicarán que todo está perfecto y nos vemos en Estambul “o, te dicen, ‘una vez leído su informe de febrero, vemos que nos debería aclarar un aspecto concreto o dos aspectos concretos que no han quedado lo suficientemente claro’ y entonces nos vuelven a mandar el informe, lo prepararíamos de nuevo otra vez y obviamente ya no se iría a Estambul en el 2016, iría en el 2017”.
Pero el Alcalde se muestra muy optimista que el informe será positivo: “Nunca he sido pesimista, lo que sí es verdad es que cuando vino la informadora en septiembre lo que hizo fue lógicamente cuestiones que más o menos imaginábamos que nos iban a decir, nos concretó exactamente lo que quería”.
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Respuesta rápida y primeros cambios en el entorno dolménico
Se tenía poco tiempo y se ha buscado responder lo antes posible: “Yo no he sido nunca pesimista, pero sí he tenido una preocupación: que no fuéramos capaces de responder a los requerimientos, que los plazos se cumplieran. Tuvimos que hacerlo en apenas dos meses, era una responsabilidad y preocupación por si no llegábamos a tiempo. En el momento en el que lo conseguimos y el expediente estuvo perfectamente en plazo, mi optimismo vuelve a ser exactamente el mismo”.
Tras unos meses de ajetreo burocrático, esta semana han comenzado a mejorar el entorno, como la retirada del cartel de un supermercado: “Ese cartel que tanto afeaba, que desde los Dólmenes si mirabas la ciudad veías el pantallón, no hacía falta porque perfectamente la gente podía ver ese supermercado desde abajo”.
También suprimir los avisos por megafonía del Cementerio, que confundían a la gente con cerrar el complejo dolménico. Por otra parte, “hay unas cuestiones que estamos en contacto con el Instituto José María Fernández, por mantener la limpieza del perímetro porque sabemos que hay muchos alumnos que salen a tomarse el bocadillo y después dejan allí los desperdicios”.También “vamos a arreglar en el Plan los acerados de la Barriada de Los Dólmenes. Y muchas más cosas”.
Gestión como la Alhambra y cobrando entrada para mejorar sus servicios
El Alcalde tiene claro lo primero que hará cuando sean declarados Patrimonio Mundial: “Vamos a pedirle a la Consejería de Cultura que el Bien pase de la categoría B a la categoría A. Para que nos entendamos, los Bienes pueden ser gestionados de varias maneras, la categoría A, que es como está La Alhambra, que se autogestiona, tiene un organismo que autogestiona ese Bien”.
Sería necesario porque “El Conjunto tiene que autogestionarse y autofinanciarse, necesita de personal, de recursos materiales, de inversiones, de mejoras y eso tiene que salir de algún lado”.
En Antequera sería como la actual promoción del Castillo y Santa María, contando con un presupuesto base por parte de todas las administraciones públicas y los fondos que generen las entradas de los visitantes.
Los Dólmenes serían ya universales y se buscarían promociones para vecinos y grupos. “Cuando algo es Patrimonio Mundial, decir ‘el de Antequera paga más, paga menos…’, no, ya Los Dólmenes dejan de ser exclusivamente de Antequera para ser universales. Ahora, eso sí, que haya jornadas de colegios de Antequera, el día que nos nombren Patrimonio Mundial dedicarlo con entradas para los antequeranos como una gran fiesta anual, pues claro que sí, habrá posibilidad de todo”.
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Una vez hable ICOMOS hay que actuar lo prometido
Todas las administraciones (sobre todo la Junta de Andalucía con el museo dolménico) tendrán que desarrollar sus compromisos una vez se tenga el informe completo. Ya no habrá excusa, entre ellas los 8 millones de la Junta de Andalucía prometidos por su presidenta, Susana Díaz hace dos años.
“Tiene que contribuir todo el mundo, el Ayuntamiento hará su parte, la comunidad autónoma hará la suya, la Diputación por supuesto también colaborará al ser el único Bien Patrimonio de la provincia, los empresarios, los propietarios”.
Estos compromisos deben iniciarse y desarrollar su primera fase en menos de dos años. “Aquí hay unos plazos lógicos de ejecución, de confección y de desarrollo, si a lo largo del desarrollo de esos plazos, se viera que no se están cumpliendo o que no se lleva a cabo lo comprometido, evidentemente puede revertir hacia atrás”.
Una vez se declare Patrimonio Mundial, periódicamente hay que mandar informes de cumplimiento de las obligaciones por ser algo excepcional. “Lo que diga el propio plan, eso en el proyecto ya está establecido. La ejecución y aprobación del plan necesita un mínimo de 18 meses, y a partir de ahí empiezas a aplicarlo. En el momento en el que empiezas a aplicarlo, ya lo estás cumpliendo, otra cosa es que sea más lento o más rápido”. La declaración conseguiría culminar un proyecto museístico que se anunció para 1992, pero ya han pasado 24 años.