La apuesta cultural e intelectual de un conjunto de ciudadanos, ligados al mundo del arte y la cultura del momento –año 1933– y la sensibilidad manifiesta ante su arquitectura por la sociedad explotadora; han permitido, que hoy día, los antequeranos posean entre su patrimonio arquitectónico y artístico uno de los seis edificios representativos del Movimiento Moderno en Andalucía.
El Teatro Cine Torcal es “una pieza de Arquitectura” edificada entre los años 1933-34, durante la Segunda República, por el arquitecto gaditano Antonio Sánchez Esteve. Claro exponente de la arquitectura de su autor, quien se reafirma en su racionalismo de corte más expresionista, dotando al edifico de una gran pureza y calidad de diseño.
Para entender el valor de su arquitectura y el trabajo que se lleva a cabo en su creación, se ha de enclavar el Teatro en su periodo histórico y las corrientes artísticas del momento.
Hablar del estilo ART-DECÓ es revelar y exponer un conjunto de diferentes manifestaciones estéticas que se dieron en el periodo de entreguerras, entre 1920 y 1939 en Europa y América, alcanzando su máximo esplendor en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París de 1925. Una época donde la decoración inundó todos los ámbitos de la vida cotidiana y que alternó con los movimientos de vanguardia como el que representa Sánchez Esteve.
El Art-Decó fue el producto o la amalgama de influencias artísticas tan diversas como el Art-Noveau, Cubismo, Bauhaus, constructivismo ruso, futurismo italiano, arte egipcio y oriental y de África y las Américas. Se caracteriza por su afán decorativo, aún en los casos de su mínima expresión, siempre que se refleje alguna de las cualidades mencionadas a continuación.Desaparece cuando se elimina su intención decorativa:
– La geometría imperante del cubo, esfera y línea recta, además de los imprescindibles zigzags.
– Abstracciones de la naturaleza: el sol con sus rayos geométricos en medio de colores con sentido étnico.
– Representaciones de fauna como referencia a la velocidad.
– Representaciones de elementos filomorfos de las culturas americanas: cactus, flores, palmeras, buscando el exotismo remoto.
– En arquitectura, se recurre además, a remates escalonados, proas marítimas, arcos, puertas ochavadas y lujosos materiales.
Aplicación en el Teatro Torcal
La Arquitectura del TEATRO CINE TORCAL, inaugurado en enero de 1934, expresa fielmente la actitud genérica del autor dominada por una idea vivaz y ponderada de modernización. Una arquitectura vanguardista aunque poco valorada y de escasa aceptación por su carácter “no popular”.
Sobre una parcela rectangular con salida a dos calles, la construcción se implanta presentando fachada principal a calle Cantareros, retranqueándose de la misma y de su medianera oeste, actuación novedosa e inteligente, que permite la aparición de un interesante espacio público como esponjamiento de la trama urbana y como integrador de su actuación en la arteria de mayor carga histórica y simbólica de la ciudad.
En su exploración por la expresividad de los nuevos materiales y tecnologías Sánchez Esteve recrea un mundo de abstracción lleno de animación y contenido. El juego de plantas aterrazadas con desplazamiento de unas sobre otras, enfatizadas por las cornisas de remate o elementos salientes; y una disposición sutil de cuerpos construid
os de formas curvas y rectilíneas, conforman todo un diálogo en el plano horizontal que recuerdan a aquellas construcciones de tipo industrial como las cubiertas de transatlánticos “el estilo transatlántico de los años 30” o diseños aerodinámicos de automóviles y aviones.
Sánchez Esteve en la búsqueda de la máxima vivacidad y movimiento, basado en un rigor geométrico y en la racionalidad de las plantas, huyendo del ornato añadido y del pastiche, recurre entre lo ya mencionado a la introducción de bandas horizontales como remates de esquinas y enfatización de los volúmenes, conformadas por listeles y cornisas resaltadas muy acertadamente por el empleo del color. El cromatismo de la fachada que hoy presenta, cerca de 100 años después, responde a los colores originales y su fuerza nos remonta a pinturas de antiguas civilizaciones, el crema como base del edificio o color de piel y el rojo corintio y azul cobalto como potenciación de las líneas y rasgos o pinturas de guerra o sacrificio.
La planta rigurosamente moderna, donde la forma es el resultado de la función, permite al Arquitecto recrearse en la decoración y mobiliario de cada una de las estancias.
Una entrada principal enmarcada por una gran marquesina recoge al público y lo introduce en el vestíbulo antesala del patio de butacas, del que parten sendas escaleras laterales de mármol y elegante belleza en su trazado, de subida al vestíbulo superior, donde su distinguido espacio interior con bóveda, pequeñas salas y ambigú se vuelca a la terraza del piso primero. Traspasando esta estancia por ambos extremos y como continuación de la directriz de las escaleras de planta baja, se accede al anfiteatro, que en vuelo, se remata con un pretil curvo de coronación y peto de seguridad. Todo ello, exquisitamente definido por una atención especial al ornato y detalles: remates ochavados de los huecos de guardarropía y acceso a salas , diseño de las luminarias tanto de exterior como interior, en donde huecos circulares cenitales, como un sol radiante, inundan el volumen de la sala; despiece de solería, molduras, cornisas de sala, ambigús, sillones, butacas y veladores.
La pulcritud del diseño, el mimo en la elección de los materiales y sus representaciones, las continuas referencias a las líneas puras y formas limpias y de influencia étnica (cactus y palmeras) convierten al TEATRO CINE TORCAL, en uno claro e imprescindible ejemplo del Art-Decó.
Más información, edición impresa sábado 2 de julio de 2016 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).