Es el centro de los visitantes y turistas, que encuentran en él la parada del autobús, el bar para el café, la comida o ir al servicio, el lugar de encuentro o zonas como el Museo, mantecados ahora en Navidad o estar a un paso de la Oficina de Turismo.
En los últimos años se ha buscado adecentarlo y cuidarlo, pero el incremento del Turismo clama más y mejores actuaciones. Esta semana recogemos uno de los faroles del entorno, sin cristal protector. La fuente sigue sin los embellecedores de donde brota el agua. Los contenedores soterrados continúan dando problemas. Todo ello, sumando al solar con la vista poco estética para el céntrico lugar que se podría haber corregido con una lona provisional. Son detalles que nos darían un salto de calidad en cuanto a embellecimiento.
Cierto es que cada día avanzamos más y mejor por el Turismo, pero hay prioridades para los ojos del visitante, que con un pequeño apaño, pueden mejorar notablemente su visión. Estamos seguros que pronto se actuará y mejorará en estos rincones de la plaza del visitante, donde descansa, queda, se maravilla y deja constancia con sus fotografías.