La situación del Patrimonio de la Humanidad antequerano roza lo esperpéntico. Como desde los años 80 cuando Paulino Plata se sacó de la manga unas reformas para adecentar y embellecer el recinto entero, buscándose la colaboración del Consejero de Agricultura Miguel Manaute, aparte haberse ganado la confianza del Presidente de la Junta. La llegada a las Consejerías de Paulino Plata y luego de Rosa Torres, más la de Jesús Romero a Dirección General, suponían que, aparte su valía para el cargo demostrada en tantas acciones durante sus períodos de mandato en la Consejería, Antequera tenía “peso” en la Junta.
Peso que le servía sus incuestionables méritos para ser tratada con justicia, en lo que, por justicia, se merecía, a lo que nuestros consejeros añadirían “lo que pudieran”, tratando de compensar algunos tratos injustos de los que tenemos casos para exportar…
Lo complejo del tema, las dificultades para tratar algo tan grande como los Dólmenes, pero sobre todo la salida de la Consejería de nuestros paisanos, supuso un freno a los planes. Basta con tener presente cuándo se empezó a hablar de tema y en qué año nos encontramos.
Las quejas de las autoridades locales, el clamor popular y lo que estamos seguros, aunque no lo digan, estarán apretando los ediles de la oposición aquí y desde Málaga José Luis Ruiz, en lo poco que le dejen hacer, llegan a Sevilla, como vimos cuando unas oportunísimas declaraciones del alcalde y “Jota” Carmona y otros concejales, nos imaginamos que servirían para “animar” a nuestra Presidenta –que se apuntó, dicho sea de paso, un tanto bueno en la cumbre socialista del domingo– a que inmediatamente viniera a Los Dólmenes “avivando” las gestiones que, incansable, hacía Bartolomé Ruiz.
Poco después, se conseguía lo que más echamos de menos, que todos fueran a una: Junta, Gobierno, Diputación y naturalmente, Ayuntamiento, se olvidaron de todo lo que no fuera los Dólmenes, con el resultado positivísimo que todos celebramos.
En aquella visita de Susana Díaz, se habló de una cantidad de dinero –que es lo que hace falta, más dinero y menos palabras— para este mismo año. Ahora, la visita de un alto mando de la Junta vuelve a aplazar el tema, como desde los años 80…
Y lo que menos nos gusta es que hacen como si no supieran que la solución está en destinar una partida de dinero, como se hace para otros sitios –Museos donde ya tienen diez; espectáculos fastuosos y similares–, sin que a nada le haya fijado nadie plazos como lo tenemos en El Sitio de Los Dólmenes, con un calendario de acciones fijados.
Y la solución anda también en que todos nos olvidemos de individualismos y vayamos a una, uniendo fuerzas y no desperdiciándolas en ver quién hace más…
Los Dólmenes y su Sitio, no son de ningún partido ni grupo, son de Antequera toda, y Antequera tiene que ir “todos a una”. Unidad y dinero; lo demás, bla, bla, bla.