La Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Consuelo ha iniciado este viernes 18 de noviembre el Solemne Triduo al Cristo de la Misericordia con el Rosario en la capilla de Ánimas, traslado al Altar Mayor y Oración a cargo de la joven cofrade Verónica Ortiz Ruiz.
Verónica recordó su amor por el Cristo de la Misericordia desde que era pequeña: «Recuerdo que fue allí en tu capilla, a lo lejos en la oscuridad. Por aquel entonces, apenas tenía 6 años y todas las semanas visitaba esta tu casa, de la mano de mi abuela Carmen».
De la misma forma, quiso pedir «por este, nuestro mundo en el que vivimos»: «Por todas las personas inocentes que cada día pierden su vida y muy especialmente por sus familiares para que encuentren en ti la luz necesaria para seguir adelante». Además, recordó a los afligidos, difuntos, a los que ayudan y prestan «un servicio a la sociedad» y al grupo de jóvenes cofrades antequeranos que «hicieron de un sueño una realidad».
«No todo es pedir, Padre, también quiero darte gracias por todos los regalos que has puesto y sigues poniendo en mi vida», subrayó la joven, que finalizó su oración con unas emotivas palabras: «Concédeme la gracia de no irme nunca de tu casa. Pero, si algún día cometo esta locura, hazme sentir que la puerta está abierta y que tú estás esperando».
Los actos continúan este sábado 19 de noviembre a las 20,30 horas, con la celebración de la Eucaristía y solemne besapié. Ya durante el último día, el domingo 20, a las 12 horas Eucaristía del domingo en la parroquia y, a continuación, exposición de Santísimo y oración, para terminar con el traslado del Cristo a la Capilla de Ánimas.
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