El pasado día 16 nos dejaba un buen amigo, Ángel Guerrero Fernández, yo lo he conocido desde hace más de 40 años cuando trabajaba en calle Cantareros en John Deere. Persona muy vinculada a todo lo relacionado con la ciudad, sus espacios deportivos y taurinos en Radio Antequera, su etapa como concejal de Deportes… sería innumerable las facetas de esta persona que nos ha dejado.
Persona muy familiar, buen padre y esposo que supo guiar por el buen camino a sus cuatro hijos con la ayuda de su fiel esposa María Teresa, aunque también tenía muy repartido el corazón: su pasión por Antequera, su amor a Santa Eufemia y la Socorrilla, donde él ahora descansa y cuando se le presentaba una escapada, que fueron pocas, a Zaragoza donde realizó la “mili” a ver a la Virgen del Pilar.
Qué decir de su afición al deporte desde arbitrar partidos de Balonmano en su juventud fue un seguidor del Antequera Club de Fútbol y del Balonmano y, cómo no, un hincha acérrimo del Athletic de Bilbao. También tuvo otra, la faceta durante muchos años la de organizar la Cabalgata de Reyes y sus prolegómenos muchos de esos años los vivimos juntos con él hay que ver lo que había que hacer en aquellos tiempos para que todo le salieran bien.
Se le hizo honor a todo el esfuerzo de su vida cuando en el 2010 fue elegido Hijo Predilecto de la Ciudad.
Ya para terminar decir que se ha marchado con una espina clavada como es la de no haber podido encontrar el patrocinio del libro que tantas ganas tenía publicar de Antequera, hubo instituciones que se ofrecieron cuando fue homenajeado El Sol de Antequera, pero se ha quedado en el ofrecimiento. Tuve la oportunidad de estar varias veces en su casa y es más una biblioteca de la vida de Antequera que su casa, espero que los hijos retomen el legado que él ha dejado y que yo creo que no solo habrá un libro habrá más de uno y de lo más variopinto de la ciudad de Antequera.
Estuve en su sepelio donde saludé a muchos amigos, entre ellos a Cristóbal Toral y Antonio Montiel y con este ultimo departimos lo de la Bodas de Oro de Ángel y María Teresa el pasado día San Pedro. Desde estas líneas espero que Ángel, donde esté, nos siga informando de todo lo bueno que él veía de lo que el más amaba que era su ciudad ANTEQUERA. Tu amigo que me honra haberlo sido de ti.