Tras el fallecimiento de nuestro padre, Ángel Guerrero Fernández, el pasado 16 de noviembre, maestro y director que cogió el testigo de José Muñoz Burgos de convertir este Periódico en una familia apasionada por Antequera, toca escribir nuestro primer editorial sin su puño y letra, sin su puntual correo electrónico, ni su inspiración como hizo para el sábado 19 de noviembre.
Ante el retrato que le obsequió su amigo Antonio Montiel, dando una vuelta por el habitáculo del ordenador desde el que salen estas palabras, utilizamos su bastón y tropezamos con una torre de periódicos que recogen los 98 años de vida de éste su “Sol”, en los que durante 52 escribió y durante 35 fue su director.
Consultando a nuestra madre, a nuestros hermanos de sangre y de tinta, decidimos mantener en la cabecera su nombre, bajo el título de “Director Perpetuo”. Llevaba tiempo trabajando por el Centenario del Decano de la Prensa de Málaga, y su nombre presidirá esta cabecera en su Centenario, y su recuerdo, enseñanza y valores estarán presentes cada día. No hay nadie que pueda reemplazarlo.
Cuestión de fechas
El 30 de junio de 1918, el editorial del primer número de El Sol de Antequera titulaba: “Quiénes somos y a qué venimos” recogemos y compartimos sus ideas, entre las que promulga: “Nos comprometemos con el público a servirles con entera independencia, garantizar… la veracidad de nuestras informaciones y a que nuestras columnas reflejen fielmente en todo instante el sentir general, cosa bastante fácil para nosotros, toda vez que EL SOL DE ANTEQUERA”. Por último concluye exponiendo: “Nos ofrecemos respetuosamente al público, y ansiamos que vea con agrado que salga EL SOL por Antequera”.
El 3 de julio de 1993, con motivo del 75 Aniversario, nuestro director Ángel Guerrero, en su editorial le dedicaba a esta ciudad: “A Antequera, porque ella es la dueña de nuestros deseos, la destinataria de nuestros desvelos y esfuerzos… en la obra de quienes mantenemos EL SOL DE ANTEQUERA a los pies de esta tierra, noble, vieja y señora. Porque eres tú, Antequera, la que intentamos servir por encima de todo y de todos; tuyo es el nombre que bendecimos en cada línea”.
Hoy, huérfanos de director, queremos mantener la declaración de intenciones de 1918, sumando los 52 años de experiencia y vida que dio nuestro maestro, como decía en 1993, y como nos enseñó desde pequeños: “Amar a Dios, sobre todas las cosas, y a Antequera casi tanto como a Dios”.
Un Centenario que estará dedicado a Antequera, a lo que fue, lo que es y lo que será. Una Ciudad Patrimonio Mundial, no sólo por sus monumentos, sino por sus gentes, las que cada día nacen, trabajan y mueren en silencio, por hacer una tierra mejor.
El 2018 será el primer centenario, pero también el año dedicado a la guía que mantuvo estas páginas vivas durante 52 años, dejando un legado público en cerca de 3.000 ejemplares, pero en libros que irán viendo la luz Por su Pasión por Antequera y Su Sol. ¡Gracias por tu enseñanza y transmisión de valores que seguiremos practicando!