La Fundación Prolibertas es una Organización No Gubernamental que nació en el año 2001 y que está impulsada por la Orden de la Santísima Trinidad. Tiene cinco sedes en España y la central se sitúa en nuestra ciudad.
Recorremos sus pasillos, su cocina, su huerto, sus habitaciones… Hablamos con ellos: inmigrantes y presidiarios que forman parte de la Fundación y que se nutren de todo lo que allí se realiza para lograr la reinserción en la sociedad. Este año vivirán una Navidad diferente, fuera de sus ciudades, familiares y amigos, pero bajo el calor de decenas de voluntarios que intentan que estas fechas las recuerden con una sonrisa.
A veces, nuestro ritmo de vida no nos permite ponernos en la piel de los demás. Básicamente, no tenemos tiempo. O no queremos tenerlo. No todo el mundo podrá disfrutar de una Navidad como lo hacemos nosotros, en familia y amigos, en nuestra casa o en la de algún ser querido.
Hoy queremos que se sumerjan en estas líneas para conocer mejor la Navidad en la Fundación Prolibertas, que en Antequera tiene sede en la iglesia de la Santísima Trinidad y que incluye los programas de la Casa Juan Gil, que es de reclusos y otra que es la Casa Juan de Mata, que es para personas inmigrantes.
Para ello hablamos con Sole Muñoz, trabajadora social y responsable de la delegación en Antequera, que nos explica en primer lugar que el objetivo de Prolibertas es “la reinserción de la persona a nivel social, a nivel laboral y familiar”.
Las plazas con las que cuentan son 24, 12 en cada programa: “El que habitualmente está más lleno y las estancias son más largas es el de inmigrantes. En el otro programa hay más movimiento, porque hay personas que pueden estar en libertad condicional o definitiva que sí son estancias largas, pero hay permisos de segundo grado, que están sólo unos días”.
Juntos, viven una Navidad que comienza con varios talleres “y el día 22 hacemos una cena de Navidad con los voluntarios, con los chicos que están ahora en casa, con algunos que han estado con nosotros… Para Reyes se les dará una carta para que la escriban y se intentará tener un detalle con ellos. Para algunos chicos ven más significativa estas fechas a otros no tanto, pero al final la Navidad se ha convertido un poco más en un acto que celebra todo el mundo. El día de Nochevieja los chicos lo celebran aquí juntos”, explica Muñoz.
Inmigración y presos, unidos en Prolibertas
En Prolibertas conviven tanto inmigrantes como personas que han pasado por la cárcel. ¿Cómo viven ellos estos días de fiesta? Aquí tienen algunos ejemplos.
Juan José García Rosas (44 años) es de Almería y tiene actualmente “una orden de alejamiento y no puedo ir hasta que no pase el 28 de marzo”, mientras tanto, pasa sus días en Prolibertas tras haber pasado ya una Navidad entre rejas: “En cada módulo se hacía un portal de Belén. La cena de Nochebuena es especial, ponen jamón, gambas…”. Por otro lado, hablamos con varios jóvenes que están actualmente en la Fundación Prolibertas y que todos, llegan tras haber entrado en un centro de menores y buscan regularizar su situación y encontrar trabajo. Por ejemplo, Mehdi Kajjout, de 18 años, es de Marruecos y nos explica que allí celebran la Navidad en familia, “hacemos una cena todos juntos”. Por su parte, Mohamed El Atmioui, también de 18 y de Marruecos, nos explica que antes de desembarcar en nuestra ciudad estuvo en un centro de menores de Álora.
Noress Ouattara (24 años, Costa de Marfil), se siente muy integrado en Antequera y espera pasar entre sus compañeros la Navidad: “Allí la celebraba con mi familia y amigos”. Finalmente hablamos con Abdul Karim Traore, de 18 años y de Costa de Marfil. Él, como otros muchos que llegan a Antequera, nunca celebraba en su país la Navidad: “Hay gente que celebra las fiestas, pero yo nunca”.
Todo ello en una fundación que ayuda desde hace años en nuestra ciudad a que en fechas como ésta, estén como en casa y cuyos voluntarios dedican todo el tiempo del mundo a hacer felices a las personas.
Más información, edición impresa sábado 7 de enero de 2017 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).