Antequera reconoció el viernes 23 de diciembre a Nuria Sanz, responsable de la UNESCO que marcó el camino a Patrimonio Mundial. “Ella fue clave para que nuestra candidatura fuera conocida por el mundo científico y establecer el valor universal que nos llevó a Estambul”, destacaba el alcalde Manuel Barón.
Directora y representante actualmente de la UNESCO en Méjico, con paso previo por el Consejo de Europa. “Siempre me ha interesado la historia de la arqueología andaluza, que es uno de los primeros capítulos de pensamiento en la península ibérica y me atrevería a decir que en toda Europa”.
Aconsejó que en vez del paisaje de los monumentos, sería oportuno destacar su construcción en común y localización de un punto de referencia como el sol, la Peña de los Enamorados y El Torcal de Antequera: “Yo solo di unas ideas de algo muy bien trabajado por todos los estamentos”, aunque tanto Ruiz como Barón insistieron en su papel fundamental.
Sanz subraya que entender que ese patrimonio “cuya monumentalidad llega hasta hoy, fue fruto de un esfuerzo colectivo, de una organización del trabajo, ha sido una manera de entender lo que llamamos hoy desarrollo sostenible, estoy segura que el megalitismo lo hacía ya”.
Tras ser Patrimonio Mundial: “Lo primero, disfrutar del éxito, duplicar el número de visitantes del año, lo demuestra. Pero por además, también seguir con la investigación científica”. También pidió que se apueste por preservar los entornos como se concibieron, por lo que promueve aislarlos de la luz artificial.