El pasado miércoles 8, día de la mujer trabajadora, para quienes se lo quieran creer . Más o menos a la hora que en muchas casas se termina el almuerzo delante de un televisor. Tuvimos que aguantar no retorcernos en los asientos por el servicio de un postre calentito. Un chico a patada limpia con su novia, con su amiga o con su mayor enemiga por el espectáculo que estaba dando. Y una cámara seguía grabando en lugar de haber servido para tirársela a la cabeza del chico, pero esto hubiera sido agresión en toda regla; mientras que abusar de lo que creemos que es nuestra propiedad, la falta es más leve. Sobre todo si la agredida, en este caso menor de edad, no denuncia, y hasta lo que he podido averiguar, no lo hizo. Detesto esta conmemoración.
El Congreso transmitió una falta de unidad, que se suavizó con la foto de familia, pero desde luego no con un sentir unánime del papel de la mujer en sociedad. Paradójicamente la mujer ha realizado las tareas indispensables para la vida y hoy día, se valoran poco y casi se desprecian. Y a la vez es la que da vida. ¡Menuda ventaja tenemos con respecto a los hombres!
El día 8 también se conmemora por el santoral cristiano la festividad de San Juan de Dios. Se celebró con una ceremonia presidida por cinco sacerdotes y representantes de los religiosos de nuestra ciudad. Una homilía del superior de los hermanos, bella, sentida, acogedora y comprometida. Siempre por delante, los más vulnerables, los ancianos, enfermos y todos los que necesitan de la caridad de la Orden Hospitalaria. Estuvimos casi en familia, libres de representaciones políticas de las que personalmente me siento harta. No había preferencias, ni sitios reservados, ni retrasos en el comienzo. Un tarro lleno de vitaminas para el corazón y una catequesis con fundamento para el alma. El mejor aprovechamiento de la tarde.
Ahora a seguir la rutina de lo que pasará en Murcia, donde la tibieza del presidente del gobierno con casos poco claros, oscurece más; y Ciudadanos hechos gallitos para no ser devorados por ocupar el espacio que antes se repartían otros, nos tiene entretenidos. Mientras esperamos el día 21 para decir lo que pensamos a la presidenta andaluza que está muy pendiente de la política nacional. Entre dos aguas a veces no se puede encontrar equilibrio y querer las dos puede sobrepasar. Va a hacer lo que le dé la gana pero los ciudadanos estamos copiando rápidamente a los políticos.
