Alegrías para esta ciudad. Tengo entendido que el sábado 15 de julio, la Lotería Nacional está dedicada al Sitio de los Dólmenes. ¡Menuda publicidad que va a ir de una punta a la otra de España! Porque si algo nos distingue y nos une es el afán por los juegos de azar y la lotería. Como dirían nuestros mayores, nos gusta más de la cuenta. Vamos, que hasta los anuncios sobre ella nos despiertan los sueños de futuros millonarios.
Así que, nos sentimos satisfechos y felices ya que en esas fechas estamos a rebosar de turismo extranjero y es fácil que los décimos vayan más lejos del territorio nacional y por consiguiente, la enorme publicidad va a atraer a mucha gente a contemplar tantas maravillas como aquí se juntan. Y por supuesto, esperando con los brazos abiertos a cuantos visitantes quieran honrarnos con su presencia.
No obstante, hay algunos puntos negativos en nuestra ciudad que deben corregirse, y que seguro que se harán con la mayor brevedad. Uno que a mi modo de ver es antiestético y rompe con la belleza que une Plaza de Toros, Puerta Granada, Plaza Castilla, es decir, lo primero que vendemos a cualquier visitante a su llegada, se ven enturbiados por el lateral del cuartel de la Guardia Civil.
Y si el Cuartel está pendiente de irse, quedarse, remodelarse, todo lo que quieran hacer, no tiene justificación el tamaño de los desconchones que se aprecian en toda su fealdad cuando te sientas a tomar el aperitivo en la Plaza de Castilla. En mis tiempos, un profesional con un escobín y una caña cambiaba el aspecto de una fachada en pocas horas y el producto, cal, no vale dinero.
Ahora se precisa el torito, unos pocos alrededor y un abultado presupuesto para reparar cualquier nimiedad. ¿No hay en el paro ningún pintor? Con poco dinero se quita el aspecto de miseria que ofrece la fachada. Si estamos deslumbrados por recorrer el camino Patrimonio de la Humanidad acompañándonos de una prensa centenaria, se hace imprescindible arreglar los pequeños descuidos.