Una nueva feria, esta vez la de Primavera, y seguimos sin dar una solución al nuevo Recinto Ferial de Antequera. Y nos tememos que así lo seguiremos padeciendo por los próximos años.
Una Corporación Municipal, un equipo de gobierno, debería tener la limitación de solo poder abarcar proyectos que culmine en su mandato, para no hipotecar a los que vengan detrás.
Sabiendo que gobierne quien gobierne, debe y pretenderá buscar lo mejor para el pueblo, en el caso de las ferias, ni unos ni otros han buscado la solución. Nos explicamos.
El Paseo Real y el antiguo campo de tierra se quedaron pequeños. Por supuesto. Se apostó por un nuevo lugar, con aires de capital, pero no se terminó ni se consiguió el respaldo pretendido.
¿Recuerdan la fiesta por ser Patrimonio Mundial en el Paseo el año pasado? Esa afluencia de público aún no se ha conseguido en el nuevo recinto ferial. ¿Habrá que pensar volver al Paseo?
El actual Recinto Ferial sigue estando lejos, más que por la distancia, por la incomodidad de las cuestas. No ha calado en la población y se ha convertido en un lugar desértico de día (se abandona la feria de mediodía a su suerte y es un calvario el calor en Agrogant) y un lugar para conciertos de noche.
De las más de diez casetas andaluzas y otras tantas de juventud, solo hace falta contar las que han quedado, sin llegar a la decena entre las dos.
Mientras tanto, se mantiene la Feria del Centro, donde se vive dispersa, sin un lugar propio con sombras y actividades. Cada uno hace la guerra por su cuenta. La gente la prefiere, quiere ir a pie y tenerla a mano.
Las ferias precisan un plan de choque, atrevido, consensuado, donde se escuchen a los caseteros, a los feriantes, y se abogue por un lugar, por un plan común. En las que el técnico ofrezca la solución al político. ¿Cómo se consintió trasladarse a unos terrenos que tardaron en ser municipales? ¿No se percataron del corrimiento de tierras?
Estamos en los seis años de los nuevos aires del equipo de gobierno y aún no han podido relanzar la Feria del Centro como la de antaño. No ha solucionado la dificultad de las empinadas cuestas, de la falta de sombras, de las casetas de obra ni del auditorio previsto como sede de la caseta municipal y reclamo de actividades anuales.
Estamos de feria, y seguimos de feria, con farolillos y estructuras provisionales, pero sin unas fijas que ayuden a una gran feria, que sirva como reclamo de más actividades durante el resto del año.
En cuanto a Agrogant, ya casi solo queda el nombre, la apuesta por Sabor a Málaga ha dado un cambio radical. Los productos de la provincia por los anteriores andaluces y españoles.
De ganado, la cabra malagueña, sin los caballos de hace años, y sin poder utilizar el palacio de ferias y exposiciones como se anunció hace años.
Total, que una feria más, una esperemos que menos para dar solución a un Recinto Ferial que sigue sin ser apropiado, sin dar la cobertura esperada, sin alzarse como referente por su comodidad, por su programa, por su variedad.
Esperanzados en los dos próximos años, a la próxima Real Feria de Agosto, para ver hacia dónde caminamos por el bien de la feria, de sus promotores, de los que la hacen posible año a año que sigamos de feria. ¿Estamos en puestas de la esperada solución al problema del cambio de recinto?