Mañana domingo, Corpus Christi. ¿Y qué celebramos? Detrás del madrugón, de los niños vestidos de Primera Comunión, del calor asfixiante que se presume, de la amplia representación de trajes en los guiones cofrades… el Cuerpo de Cristo saldrá del Sagrario para bendecir las calles de Antequera.
El padre Antonio Jiménez en la columna de la Vida Religiosa, el arcipreste padre Antonio Fernández en su circular mandada a todos los colectivos y nuestra entrevista a él y a la responsable de Cáritas María José Frías, dejan claro lo que celebra la Iglesia con el lema de “Llamados a ser Comunidad”.
De entrada, como desde hace tres años, tengo el privilegio que Manolo García de la Vega me ha dejado un puesto de la “Comunidad de Andas del Corpus Christi”. Y ¿qué espero de este domingo? Aún no lo sé, como muchos me conocen, mis sentimientos afloran cuando menos lo esperan y no se hacen presentes cuando más lo preciso.
Para mí, el Corpus Christi será una nueva oportunidad de acariciar a mi padre. Mi hermano Pablo me decía que tras llevarlo sobre sus hombros tras el sepelio en San Sebastián, no creía que hubiera ya algo más grande desde entonces. Razón tiene. En esos momentos de dudas existenciales, desde el mismo día que nos dejó en cuerpo, me reencuentro con él en cada Eucaristía, en el momento de la Consagración, lo siento presente junto al sacerdote cuando alza el Pan y el Vino. Por eso comprendo su afirmación.
Por ello, mañana espero que cuando alce las andas que llevarán la Custodia del Corpus Christi, vuelva a sentirlo sobre mis hombros, porque él, como todos los que nos dejan, están ya junto a Jesús en la Nueva Vida. Son los misterios de nuestra vida, la razón de ser de nuestra Fe, siempre bajo el amparo del Amor y la Esperanza de la Resurrección.
A unas horas pues, de vivir en la “Comunidad” que vamos bajo la Custodia, donde damos gracias por lo que la vida nos dio, lo que nos quitó y, por supuesto, lo que nos dará aún. Ojalá las oraciones calladas, las miradas cómplices agradecidas, sean realidad y así lo podamos testimoniar en cada celebración eucarística, momento en el que Jesús se vuelve a hacer presente. ¿Te apuntas a celebrar el Corpus todo el año?
