Esta vez, no voy a escribir reflexión sobre la pasada fiesta de Pentecostés. En esta ocasión, me vais a permitir que haga mi particular acción de gracias, ésa que llevo por dentro, por el hecho de haber vivido Pentecostés en torno a una Romería y con la responsabilidad de la preparación decente y acogedora de la misma para todos los antequeranos que han querido vivirla de esta manera tan singular. Permitidme mi osadía y atrevimiento, pero dejad así que exprese mis sentimientos.
Acabada ya la Romería, quisiera dar las gracias a todas las personas que han hecho posible que este 2017 la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Antequera haya celebrado sus 20 años de camino con este vigésimo primer camino junto a Sevilla, nuestra querida Madrina. En primer lugar, gracias al Dios de la Vida que nos permite con su resurrección celebrar nuestro particular Pentecostés y colmarnos de la gracia del Espíritu Santo, siguiendo el fiel ejemplo de María Santísima.
Gracias a los peregrinos, por su ejemplo de saber peregrinar y convivir, construyendo verdadera fraternidad y verdadero ejemplo de fe y devoción. Gracias a la Hermandad Matriz de Almonte por la acogida y el trato que hemos recibido.
Gracias a la Junta de Gobierno y colaboradores por la importante labor de servicio a sus hermanos (a veces no es fácil sacrificar el propio gusto de caminar y disfrutar como uno más de la Romería en pro de que otros puedan hacerlo y, aún así, son capaces de llegar a realizar tal sacrificio y servicio).
Gracias a las manos invisibles, esas que están ocultas y que hacen que toda esta organización sea posible. Por lo general, no llegamos a ser capaces de verlas y, con ello, somos incapaces de valorar cuán laborioso es su quehacer en pro de nuestra Romería.
Gracias a Marcos Cañadas Bores, Hermano Mayor de Sevilla y Pregonero de nuestra Hermandad para este 2017: su cariño y cercanía desborda fronteras. ¡Gracias pregonero! Cómo no, gracias a mi familia, la de sangre y la rociera: Loli y María José Arjona Clavijo (mi madre y mi tía), Manolo y Nati, Rafa, Rafa Junior y Aurora, José María (mi padrino) y Ángeles. ¡Qué bueno que Dios os pusiera a todos en mi camino!
Gracias a nuestro Alcalde, Manuel Jesús Barón Ríos, y la teniente de Alcalde, Ana Cebrián Sotomayor, que tanto nos apoyan y acompañan en esta labor de ser embajadores de Antequera también por las arenas del sendero que nos llevan hasta nuestra Madre del Rocío.
A los medios de comunicación, que tanto nos siguen y difunden nuestro quehacer. A nuestro Director Espiritual don Tomás y a nuestra parroquia de San Miguel, por sus oraciones y por cuidar de nuestro Simpecado durante nuestra ausencia.
Ahora, toca recoger y dar gracias por tanto bueno cosechado, agradeciendo a Dios que, a pesar de los contratiempos, todos hayamos regresado sanos y salvos, y sobre todo, llenos del Espíritu Santo para emprender un nuevo año de camino en Hermandad.
El sábado 10 de junio a las 20.30 horas nos vemos en San Miguel para realizar nuestra particular acción de gracias con la eucaristía.
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO! ¡VIVA EL PASTORCITO DIVINO! ¡VIVA LA HERMANDAD DE ANTEQUERA! ¡VIVA ANTEQUERA! ¡VIVA LA MADRE DE DIOS!
Emilio Córdoba
Más información, edición impresa sábado 10 de junio de 2017 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
