María Dolores Arjona tiene una obsesión: continuar haciendo el mismo trabajo que hasta ahora, con la inclusión como prioridad entre los alumnos de Educación Especial y el resto. Además, recalca la importancia de, como ella, rodearse de un buen equipo para llevar a cabo, sumando también las ganas, todos los proyectos que se pongan entre manos.
A ella entrevistamos y con ella repasamos las actividades que el centro realiza cada año y algunos de los proyectos que tienen preparados para el próximo año, en cuanto a actividades extraescolares se refiere. El Colegio Reina Sofía, un centro en el que no solo se imparte Primaria o Infantil.
El Colegio de Educación Infantil y Primaria ‘Reina Sofía’ tiene un total de 498 alumnos y, ahora que el curso ha terminado, hacemos balance del año con su directora, María Dolores Arjona Clavijo.
En el centro se dan las clases de “Infantil completo, de 3, 4 y 5 años; también la Primaria completa, de Primero a Sexto; cuatro aulas específicas, que son los niños de Educación Especial, con edades comprendidas entre los 6 a los 20 años; y luego tenemos dos programas de transición a la vida adulta y laboral, con un taller de carpintería y otro de cerámica, con niños de 16 a 20 años”.
Además, también hay “un aula de apoyo a la integración, para los niños de la modalidad B, que son los que están integrados, que necesitan apoyo específico y tenemos una logopeda, que es profesora de audición y lenguaje”.
Para el curso que viene: cursos de patinaje y cocina
Actualmente, el Reina Sofía tiene clases extraescolares de inglés, un taller de zumba, otro de manualidades y otro de inteligencia emocional, “que es lo que trabajamos este año”, explica Arjona. En el centro ya trabajan en el próximo curso: “Para el curso que viene, hemos propuesto un curso de patinaje, porque se ve que hay mucha demanda, además de otro de cocina, para niños a partir de Tercero a Sexto. Están propuestas a expensas de la demanda, si hay mínimo diez, sí, pero creo que sí, que van a salir para adelante”.
Así mismo, el centro también celebra, naturalmente, actividades complementarias como el Día del Libro o de la Constitución. Eso sí, “siempre con un matiz de inclusión: todos los niños participan de todo. Ante todo, nuestro centro va encaminado a la inclusión, a una integración total de los niños de Educación Especial con el resto del alumnado. Nosotros no celebramos el Día de la Diversidad, ni la Semana de la Diversidad, disfrutamos de ella durante todo el año. Es lo más normal en nosotros, lo vivimos todos los días”.
Un Colegio que necesitaba un orientador
El centro escolar tenía “un orientador a tiempo total y un fisioterapeuta, que no lo contempla un colegio normal”. En febrero del pasado año se jubiló la psicóloga que tenían. Nombran un sustituto en un puesto de personal laboral que viene en marzo-abril, pero en ese momento se convoca el concurso de personal laboral de la Junta.
Como él era interino, explica la directora, “si algún definitivo pedía la plaza, él se iba. Él se había enterado de que había gente que había pedido la plaza, le sale un trabajo y se va en noviembre. Durante todo este tiempo hemos estado sin orientador y en un centro de estas características es una figura imprescindible”.
Ahora “han nombrado una chica hasta finales de junio porque ya se ha hecho definitivo el concurso y ya tenemos un orientador definitivo que se incorporará el 3 de julio”. Este tema, que ya está en vías de solucionar, es uno de esos asuntos que tiene que afrontar el director de un colegio. Por ello, Arjona nos recalca que ser director “es una cosa bastante complicada y, sobre todo en este momento con tantos frentes abiertos, demandas de los padres… El día a día, si tienes un buen equipo como yo, las cosas son bastante más fáciles”.
Por ello, lo más importante para un cargo así es rodearse de gente “muy comprometida, que lucha mucho por el centro, que está pendiente y se mete en un montón de proyectos”.