Leíamos hace unos días en la red social “Facebook” el comentario de un paisano que se proponía dejar ese foro de comunicación y expresión porque “aquí no se opina, se insulta”. No es la primera vez que lo escuchamos, ni será la última. Algo habrá que hacer. En la reciente Feria de Agosto, con el simple hecho de informar de cómo va una corrida de toros, se tacha de “asesinos” a los toreros y a los aficionados. O cuando ocurre un problema, simpatizantes de uno u otro partido, se limitan a insultarse y no piensan en dar respuesta a la sociedad.
Es muy complicado legislar, establecer unos criterios para que se respete ante todo la libertad de expresión o de opinión, pero decir lo que piensas no consiste en insultar al otro. Nos queda mucho que aprender. El 30 de junio de 1918, nuestro primer editorial decía: “Es más, creemos que la inexistencia de periódicos en una población puede considerarse como síntoma de incultura”. Nos tememos que con la implantación de las nuevas tecnologías y las redes sociales, no se ha sabido compaginar lo que es información y opinión, ni posicionar a una fuente oficial y a una observación de un ciudadano.
Es como lo que ocurrió el jueves con la Vuelta Ciclista a España, hubo quien se personó como si fuera representante de un medio de comunicación, y al profesional que sí iba casi no le dejan entrar. O después cuando a unos le impiden entrar a unos sitios y a otros, no. No es la primera vez, ni será la última. Es como cuando a un profesional le dejan hacer fotos en dos o tres temas de un concierto de música, y el público está todo el acto con su móvil o aficionados a la fotografía permanecen todo el recital sin problema alguno, y encima a uno le echan de mala manera.
Si leen la página 29, Juan Benítez comparte oficios antiguos que se han perdido con el paso de los tiempos. Ojalá la de fotógrafo y periodista profesional no se pierdan.
Si decimos que cualquiera puede hacer una noticia o una foto con una buena cámara, ¿yo que soy periodista podría operar en un quirófano porque se me dé bien la Medicina? ¿Podría apagar un incendio como bombero porque en la piscina tengo buena puntería con la pistola de agua? ¿Conducir un coche, sin tener carné, por muy bien que se me dé estar al volante?
Así que desde el Decano de la Prensa de Málaga, hacemos un llamamiento para dignificar el trabajo de los medios de comunicación y de los profesionales de la imagen. Si hay acreditaciones para ejercer de abogado, de médico, de bombero, de ingeniero, de perito, de policía, de maestro… ¿por qué no también de fotógrafo o periodista?
Luego, al igual que nos gusta cocinar en casa, pero no montamos un bar, si alguien tiene pasión por la fotografía, que haga fotos, pero sin quitarle el pan al que vive de la fotografía (no sólo en periódicos, sino también en bodas, orlas de colegios, reportajes sociales). Lo mismo con cualquier otra profesión. No nos damos cuenta, pero así se destruye empleo, se crea precariedad y se pierden profesiones, que más o menos acertadas como cualquier otra, son fundamentales para nuestro día. Para ejercer cualquier profesión, al menos que sea autónomo y tenga todos los papeles en regla y que no tenga otro trabajo. ¡Confiamos en una solución! Entre todos es posible, depende que cada uno se pregunte: ¿Me gustaría que alguien hiciera lo que yo sin cobrar o sin pagar impuestos? De todos depende.
