Atrás ha quedado ya el mes de septiembre, donde todas las parroquias programan su nuevo curso pastoral marcando en el calendario todas sus acciones, actos, festividades, cultos y demás actividades pastorales que circundan en el entorno de la vida de la comunidad parroquial.
Y tras este inicio de septiembre y su correspondiente programación, llega a nuestros buzones, siempre puntual, un pequeño librito remitido desde nuestra Diócesis de Málaga, donde se nos indican cuáles son las prioridades (u objetivos) pastorales que tenemos marcados todos los malagueños para este curso pastoral.
Este pequeño libro, de tamaño cuartilla y apenas 50 páginas, nos marca tres concretas prioridades para este año. Podrán parecernos pocos objetivos para todo un año si tenemos en cuenta la intensa actividad pastoral que vivimos durante el año, pero sí es cierto que son tres objetivos muy completos, algunos que ya venimos trabajando desde cursos pastorales anteriores, y que deben trabajarse día a día, paso a paso, sin prisa pero sin pausa.
Así, y basándonos en textos como la exhortación Evangeliigaudium y continuando la labor realizada en cursos pastorales anteriores, para este 2017-18 afrontamos como prioridades el Acometer en las parroquias “la transformación misionera” propuesta en Evangelii Gaudium, el Renovar la pastoral familiar a la luz de “Amorislaetitia” y promover el acompañamiento, y el Seguir impulsando la pastoral vocacional,siendo estas dos últimas prioridades objetivos en los que se viene trabajando desde los cursos 2013-14 y 2016-17, respectivamente, lo cual demuestra que son objetivos que se deben ir trabajando de manera constante, con paciencia y especial delicadeza.
Estas prioridades, que todos pueden consultar a través de la página www.diocesismalaga.es vienen a ser los ejes centrales en torno a los que debe girar nuestra pastoral del día a día, que parten de la reflexión de nuestro obispado, analizada la realidad de nuestra Diócesis, y que está destinada a toda la Iglesia malacitana (recordemos que TODOS entramos en el término Iglesia).
No estaría de más que pusiéramos un poco de interés en su lectura (que es muy rápida y con un lenguaje medianamente sencillo), que fuese comentado y puesto en conocimiento de las comunidades parroquiales, en alguna eucaristía dominical que nos congrega a toda la comunidad, o incluso que fuese un buen elemento con el que comenzar una reflexión u oración en los grupos de coordinación de catequistas, grupos de adultos, cofradía y hermandades, reuniones de Cáritas o en las reuniones de los consejos parroquiales, ya que la acción de todos debe girar en torno a estos objetivos, sólo alcanzables con la participación, interés y conocimiento de todos.
¡Ánimo y a trabajar en pro de la construcción de la vida de fe de nuestra iglesia malacitana!