El último pescador romántico trasladará a los lectores a lugares de todo el mundo, pero Antonio Alcaide García (Antequera, 1939), su autor, siempre ha guardado un sitio especial para los rincones de su tierra, presente en cada capítulo.
¿Cómo comienza su pasión la pesca? “Empezó a mis ocho años, se fue acrecentando cuando fui consciente de la belleza que entrañaba cada uno de los lugares que fui descubriendo”.
En su libro describe parajes incomparables, ¿hay alguno en especial en el que pensaba a la hora de escribir? “El capítulo “Entrepeñasmonamour” tiene un gran contenido histórico-sentimental. También el de Yojoa en Honduras y su relación con mis trabajos de investigación en el mundo del SIDA, así como mis pescas en los estados americanos de Pensilvania y Massachussets”.
¿Qué lugar ocupa Antequera en su libro sobre la pesca y la naturaleza? “Antequera y sus rincones siempre han ocupado un lugar central en mi vida, están presentes en cada capítulo. Es un gran honor que salga a la luz en este año de celebraciones del Centenario de algo tan antequerano como es ‘El Sol de Antequera’”.
¿Se ha encontrado muchos pescadores románticos? “No, en el sentido que yo concibo la pesca. Para mí, la pesca, como todo en la vida, es compartir. El pescador suele ser muy individualista”.
¿En qué zona del mundo se valora más la naturaleza y la pesca? “Me quedo con los tramos libres de algunos estados del este de los Estados Unidos a los que no ha llegado aún la asfixiante burocracia”.
¿A qué lugares trasladará a los lectores “El último pescador”? “Para soñar, al lago Yojoa en Honduras o Peralejos de las Truchas en Guadalajara”.
Este es un libro al que ha dedicado toda una vida, ¿está satisfecho con el resultado? “Los recuerdos y los sentimientos se han ido acumulando en mi corazón y mi memoria, han salido a la luz con suavidad y sin prisa”.
Más información, edición impresa sábado 21 de abril de 2018 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).