El arreglo de la cafetería de la estación de autobuses. Demasiado tiempo sin prestar un servicio necesario al tránsito de viajeros que es más que considerable en nuestra ciudad. Si a ello añadimos que no cuenta con una sala de espera, medianamente acondiciona, para el tiempo que han de guardar los usuarios entre los distintos enlaces, la incomodidad de la espera se hace patente.
Ya que la marquesina, demasiado elevada que cubre el estacionamiento de vehículos, no tiene utilidad ni verano ni invierno.Nuestra ciudad se merece una estación con condiciones mínimas de acomodo y, una cafetería es necesaria no sólo por el refrigerio que pueda ofrecer sino también por un servicio sanitario más acorde con los tiempos. ¿Que la oposición considera que es mucho dinero? ¿Por qué no lo hicieron ellos cuando estaban gobernando?
Además, algo más barato que el esperpéntico Palacio de ferias será, y sin embargo, se hizo con el aguante de todos y la decisión de unas pocas cabezas, con pocos muebles, que se pensaron que sería su obra para la posteridad.¿Que hay que ofrecer la gestión de la cafetería a una empresa privada? Sáquenla a concurso y si no hay acuerdo pues en las horas libres que la gestionen los políticos por turnos, así ofrecen un servicio real a la sociedad y puede que tras una barra se lleguen a enterar de los problemas reales que atraviesa la población.
Ahora a nivel general todos locos de contentos. Las pensiones subidas. Maxím el breve, borrado, y la deuda por las nubes. Tendrán que subir impuestos o juegos de magia para cuadrar tantos millones que se suman a los presupuestos que se verán aprobados ¡Dios sabe cuándo! Pero da la impresión que esto es pan para hoy y hambre para mañana, porque si en años de crecimiento nos endeudamos hasta las cejas. Cuando vengan los de recesión, y vienen, ya veremos cómo escapamos.
De momento una cafetería agradable para hacer uso en los tiempos muertos de los viajes, es más que necesaria.