La Real Feria de Agosto de Antequera es una de las fechas en la que los antequeranos emigrantes regresan a casa para recordar sus años en nuestras calles y compartir con sus familias los calurosos días del verano.
Se unirán a ellos los que, reclamados por el atractivo monumental de la ciudad, nos eligen como destino turístico. A todos ellos, ¡bienvenidos! Se van a encontrar con una ciudad cada vez con más espacio para el peatón, aunque aún sin atreverse a peatonalizar más calles como sí se va realizando progresivamente en pueblos de la Costa o capitales de provincia. ¡El coche, con el que queremos ir a todos sitios! Una localidad donde las terrazas copan el protagonismo del casco urbano, junto a la imagen de los cada vez más turistas que, llamados por los Dólmenes y El Torcal como Patrimonio Mundial, cada vez vienen más y más a conocernos.
Una Real Feria que presume que dos monarcas nos dieron permiso para comercializar nuestros productos, que con el paso del tiempo, sumaría conciertos de bandas de música, fuegos artificiales y corridas de toros.Luego, ya en los años 70, surge la figura de las casetas, que fueron ofreciendo vinos y comida a precios módicos para complementar los conciertos de músicos de primer nivel. ¡Qué decir de la Peña los Veinte!Ya en los 90, la Feria de Día fue el punto de unión de los jóvenes, quienes llamados por la música del día a día, encontraron entre San Francisco y Calzada su lugar… hasta que apareció el botellón y la crisis. Y cuando peor iba a ir la situación, en 2005, el traslado al nuevo Recinto Ferial, que no ha tenido el respaldo esperado. Ya sea por la lejanía “antequerana”, por el calor o por la complejidad de la sociedad.
Ahora, en el 2018, en el año del Centenario, el Ayuntamiento apostará fuerte por el Paseo Real como epicentro de la Feria del Centro; y dejará el Recinto Ferial para los grandes conciertos de música, que son el esfuerzo principal de atracción del público.Desde el 2005, no se experimentaba un giro como el del Paseo Real, pero todo dependerá de los antequeranos y visitantes que quieran feria y así lo hagan visible acudiendo y participando de ella.Quienes gobiernen en 2019, tendrán la asignatura pendiente de cimentar la Feria del Centro en el Paseo si cuaja este año, y buscar una solución para el Parque Norte, que tras una decidida apuesta por quienes gobernaban en 2005, precisa de terminar el proyecto.
Ojalá para 2019, la semana de Feria no sea la señalada como de vacaciones para muchos ciudadanos, y pueda poco a poco, recuperar el esplendor de años atrás, y tener el ambiente todo el día, de lo que sí se palpa durante los conciertos o las corridas de toros.Pongamos cada uno de su parte y consigamos esa Feria, ese ocio de la localidad que no es un pueblo, que quiere tener aires de capital, pero que se queda entre medias y, por decir, no tiene discoteca ni un referente veraniego donde la música haga bailar y dar la oferta que los jóvenes buscan en otros sitios.