Estábamos tentados a volver a escribir de Política pura y dura, pero optamos esta semana por un giro. Se nos ocurre exponerles lo que se escucha, por ejemplo, tras siete horas de espera en las salas de Urgencias de un Hospital, imaginen como si fuera el de Antequera.
Cuando hay un problema de salud, tienes dos opciones: quedarte en casa o ir al médico. Imaginemos que apostamos por lo segundo y en vez de saturar las Urgencias (que solo hay en el Hospital), pedimos cita a nuestro médico de cabecera. Nos atiende de diez, como siempre, y nos ayuda a superar la pequeña dolencia, nos manda un análisis de sangre urgente y… resulta que en principio nos dan cita para 30 días.
¿Qué pasa si es algo de vida y muerte? El médico nos manda a Urgencias directamente. Si no, a esperar, algo que en Salud nunca debería de ocurrir.Mientras, el SAS (Servicio de Andaluz de Salud), tras años de protestas de sindicatos, médicos y pacientes, anuncian contrataciones en los centros de Atención Primaria y en hospitales. En eso que alguien te llega y te dice: “¡Cómo se nota que se vislumbran elecciones!”, aludiendo al anuncio de las contrataciones y convocatoria de comicios.
Luego te atiende el personal como puede, te hacen esperar en otra sala y sigues escuchando conversaciones. “Si hubiera Urgencias en el Centro de Salud, el análisis, la radiografía, me la hubiera hecho allí y no tenía que haber ido a Urgencias del Hospital”. Entre medias, una persona entra mal, dolida, esperando que la atiendan y lo más penoso… sola, sin un acompañante. Va pasando el tiempo y llega otro usuario que comparte: “En Francia, esto no pasa, tienes que pagar 5 euros por ir a Urgencias y así la gente se lo piensa y no satura tanto esto, así estaría mejor, solo vendrían los que lo necesitan”.
Camino de las tres horas, entre mensajes de whatsapp y llamadas de teléfono, te enteras de todo lo que le pasa a cada enfermo. Mientras, el personal sanitario, desbordado. No pueden hacer más con tan poco personal. Están saturados. Con móvil en mano, te aparecen tuits como la de responsables de Salud que dicen que todo va de maravilla, o ves la entrevista de la Delegada de Salud en la que dice que el organigrama de Antequera es el ideal, que si hicieran falta mejoras, las harían, pero que los números evidencian que el procedimiento es el ideal.Van pasando los minutos, te van viendo y sigues escuchando.
“¡Cómo puede haber 60 personas en la sala de espera y otras 60 en la de tratamiento! ¡Es inhumano!”. Allí, los médicos, enfermeros y auxiliares sacan la sonrisa que les sale por ayudar al que lo necesita, pero sabes que no funciona el sistema.Por último, en otra conversación, sale el tema del Valle de los Caídos: “¡Esto con… no pasaba y lo arreglaba!”. Nos quedamos con la pregunta: de aquí a 40 años dirán algo parecido como ¿esto con Aznar, con Rajoy, con Zapatero o con Sánchez no pasaba?Ganamos en años, en ser Patrimonio Mundial, pero perdemos en cercanía. El corazón dice que precisamos unas Urgencias en el centro, digan lo que digan los números.
