La Cofradía del Consuelo de Antequera celebró en la noche del viernes 16 de noviembre el primer día de la festividad del Cristo de la Misericordia con el traslado de la imagen desde su capilla hasta el Altar Mayor y con posterior oración a cargo del cofrade y hermanaco Francisco Romero Burgueño.
Francisco comenzó la oración destacando: “Que extraño se me hace verte así, tan cerca, tan a mi lado, de frente, sobre todo de frente. La imagen más recurrente que tendo de tí no es la de ahora”. Así mismo, transmitió sus sentimientos de lo que significa ser hermanaco del Cristo de la Misericordia: «Soy Hermanaco de Tu Trono todo el año, así lo siento… Pero cuando el Jueves por la tarde me pongo mi túnica, me ajusto el cíngulo, coloco mi capuz y mi pañuelo, es cuando me siento más tuyo, orgulloso… Por fin llegó la hora…»
Además hizo alusión a la figura de su padre: «Estaba muy enfadado contigo. Mi padre era muy joven, acababa de jubilarse. Había llegado el momento de disfrutar de su tiempo, de su familia, de sus nietos, tras toda una vida dedicada al trabajo… y no pudo hacerlo… te lo llevaste…»
También tuvo palabras para el recordado Antonio Bracho: «Antonio Bracho, mi Hermano Mayor, con el permiso y mi absoluto respeto a los que lo han sido luego. A él siempre le estaré agradecido por la oportunidad, aunque no sé si fui capaz de hacérselo llegar. Sin necesidad de hablar, el me enseñó a apreciar lo que llevaba en mi hombro el Jueves Santo, a respetarlo, a quererlo… Ahora que seguro que está ahí a tu lado, también querría decirle… gracias». Durante la jornada de este sábado 17 de noviembre, se dispone en besapié durante todo el día al Señor, con la celebración de Eucaristía a partir de las 20,30 horas, en el segundo día de celebración.
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