Pero en ese momento, la Cofradía decidió leer el Evangelio y para al menos dejar saborear por unos minutos el trono, pidieron a las bandas de la Asociación Socio-Cultural “Santo Sepulcro” de Cehegín (Murcia) y Asociación Musical “La Lira” que emocionaron a los presentes, en un abarrotado templo, donde se dejaron las puertas abiertas para que la gente que llenaba también el patio, lo pudiera ver desde fuera aunque fuera con paraguas.
Fue cuando sonaron las campanas y alzaron las tres imágenes al hombro. No querían parar los hermanacos y las bandas interpretaban una y otra marcha, mientras que los hermanacos mecían en el sitio al son de las oraciones hechas música con llanto de los jóvenes y mayores que veían cómo estaban los tronos listos, meciéndose y todo, pero que no pudieron salir este año.
Al finalizar, se dejó la iglesia abierta para que los antequeranos pudieran ver los tres tronos, con abrazos, lágrimas y ganas ya de que llegue el Jueves Santo de 2020. Un año, el 2019, en el que la Virgen de los Dolores no lució su habitual manto, que se está restaurando, colocándole el antiguo de 1794, realizado por Alejandro Rubio y que actualmente se le coloca en el camarín y en el triduo.