Hay rincones bellos y semiescondidos en la ciudad que ofrecen una preciosa panorámica de Antequera.
La lástima es que muchos no se cuidan como debe ser, como es el caso de este mirador que está entre calle Río y calle Colegio. La suciedad de la zona unida a las pintadas que son eternas –porque no hay nadie que las quite– le restan belleza a este espacio.