Los devotos de la Virgen de los Dolores se dieron cita en Belén el domingo 15 de septiembre, en su festividad, con una misa presidida por el párroco Francisco de Paula Baquero, para la que la imagen mariana se trasladó de su camarín al presbiterio, con manto de brocado celeste y oro.
Procesión claustral y en la homilía, el sacerdote insistió en que hoy teníamos que mirar a la Dolorosa y no a los siete dolores de la Virgen. Al término de la misa, se entregó una recuerdo a Jaime Abad por 25 años bajo el Señor de la Columna, que recogió su padre.Los hermanos José Antonio y Diego Morales cantaron e interpretaron varias piezas con el órgano del coro alto, centradas en los Dolores de la Virgen. Para terminar hubo besamanos a la imagen realizada por Miguel Márquez.