Es cierto que hay mucho interés en conocer las ventajas e inconvenientes de convertir una finca de labranza en un parque fotovoltaico. Aparece información al respecto en medios específicos y más generales, que generan curiosidad y duda en propietarios agrícolas que ven con escepticismo el futuro del campo. Los precios no son competitivos y los productos de fuera que invaden nuestro mercado, hacen peligrar los nuestros. Si a ello sumamos excedentes, como lo que nos ocurre con el aceite, los beneficios de la agricultura son mínimos.
Y el agua, que es el bien más apreciado y podremos imaginar lo que su escasez puede significar para un futuro cercano. Y lo estamos viviendo y sufriendo, poca producción y bajo precio a ver cómo se puede sostener un sistema que, incluyendo subvenciones, siempre se va moviendo sobre mínimos. No me declaro ni a favor ni en contra de que nuestros campos tengan la oportunidad de ser más productivos. Si el sol es nuestra mayor fuente de riqueza, y además inagotable, no es una barbaridad pensar que si es seco y abrasivo para los vegetales, pueda aprovecharse para generar electricidad. No veo temor en reciclar, sí en estancarnos en lo que ya no puede ser.
No se debe dar la espalda al futuro. Y quedarse en los dimes y diretes entre particulares y administración, denunciando hechos que aún no se han producido y, menos renunciar de entrada a saber si es posible obtener beneficios que dejen riqueza en nuestra tierra. Almería se debate entre la duda de saber si sus millonarias inversiones en invernaderos, no se irán a corto plazo al traste. Esta semana anda paseando sus productos sin precio, no es posible que se produzca pronto un milagro. No llegará, seguirán moviéndose en la cuerda floja, sosteniendo sin poder, tomates y pimientos. Es un mal menor buscar actividades nuevas. Las fincas de buenos rendimientos y mecanizadas seguirán formando parte de nuestro paisaje. Pero aquellas otras, que la sequía hace una mella indeleble en ellas y peligra su explotación, pueden encontrar la solución en las placas solares. Casi siempre los cambios son para mejor.