En nuestro rincón de confidencias de calle Encarnación, quedamos con Pilar, con quien conversamos de todo: Antequera, su historia y su decisión de formar parte de una coalición política distinta a la que su apellido podría relacionar.
Rompe todos los moldes del “qué dirán” de Antequera, ya que es nieta y sobrina de alcaldes de la ciudad en la época de Franco, por lo que hace muy interesante su postura y visión. Se considera de izquierdas, feminista y conservadora; no le gusta la actitud de pueblo del qué dirán y entiende que hay muchas cosas para mejorar en la ciudad y para eso forma parte del grupo que lidera Francisco Matas García, quien la convenció para ser su número “dos”.
En una época donde el pasado aún es tabú, el presente no sabe a qué futuro va a llevarnos, nos encontramos con una mujer en un partido distinto al de sus raíces familiares. ¿Cómo entró a formar parte de ‘Adelante Antequera’?: “Sin duda, Fran Matas, que es el que viendo cómo trabaja y cómo se mueve, fue quien que me metió el gusanillo… Todo empezó de estas veces que estás tomando un café y me dice: ‘¿Tú quieres venir en las listas?’. Me lo pensé, me dijeron que era capaz, lo hablé con mi familia y decidí aceptar y aquí estoy”.
Fue una bomba el decir que una nieta y sobrina de alcaldes de Antequera de la época de la Dictadura se presentaba como segunda de a bordo de un partido muy perseguido por esa época: “Es la historia, muy dura contra la izquierda, muy complicada y difícil para todos. A pesar de todo, no habría que mirar ni siglas ni partidos, fue la época de una guerra que nos tocó vivir y las circunstancias eran bastantes complicadas. En Antequera, tanto mi abuelo como mi tío, hicieron una labor muy importante que no se les ha llegado a reconocer por tocarles vivir en esa época. Pero es injusto que no se reconozca lo que hicieron por Antequera, por tocarles vivir en esa época”.
¿Qué recuerda de esos tiempos?: “Mi niñez era un poco complicada porque no había la libertad que hay hoy; estábamos enclaustrados en ideas fijas y había que avanzar en todo. Una educación muy cerrada, muy férrea, muy estricta. Dentro de la educación no teníamos los valores fundamentales que hay que inculcar a los niños: el respeto, la tolerancia… todo eso no existía. Llegábamos y desde primera hora era rezar y rezar y no todo se reduce a la religión, tenemos que abrirnos y mirar otras culturas y otras cosas que forman la idiosincrasia propia de nosotros mismos”.
¿Cómo fue su infancia?: “Complicada como la de todos los jóvenes y más al ser mujer. Habían unas normas muy estrictas: todo era colegio a casa, casa a colegio. No existía ocio. Las niñas, por un lado, y los niños, por otro. Que te vieran con niños era el pecado más grande que podía haber. Te ibas a cualquier fiesta y ya estabas en la boca de todo el mundo. El simple hecho de entrar a tomarte una cerveza en un bar era inimaginable”.
Hoy se tiende a olvidar todo lo anterior a la Transición, a la Constitución. Como familiar de dos grandes alcaldes que tuvo Antequera, ¿qué le parece que se quieran hacer olvidar?: “Mucha pena porque no se puede identificar a la personas por sus símbolos, sino por sus acciones y aquí en Antequera somos muy particulares y tenemos un carácter especial y nos olvidamos muy pronto de lo que la gente ha hecho. Aquí, identificamos nombre, símbolo o época… No valoramos a la persona por lo que es, que debe ser lo más importante. No hablemos de épocas, hablemos de hechos concretos y qué hizo esa persona por mejorar Antequera. Valorar que con las dificultades y las circunstancias que se encontraron, supieron sacar a Antequera del agujero en que se encontraba. No te digo que Antequera es la que es gracias a ellos, pero sí iniciaron una etapa que llega hasta nuestros días”.
En resumen, que considera que Antequera no debería de olvidar a personajes que no les tocó vivir en Democracia: “Considero que igual que hay personajes a los que se le ha reconocido su labor… ¿por qué no se le reconoce a dos alcaldes que estuvieron en una etapa, que por circunstancias les tocó vivir, esa labor tan importante que hicieron? Porque las injusticias duelen”.
Me imagino en una asamblea de IU o de Adelante Antequera conversando de estas circunstancias: “Por nuestra parte, desde Izquierda Unida y Adelante Antequera, nos relacionamos con las personas en el día a día. Conocemos las inquietudes de los barrios, de las asociaciones de vecinos de la periferia, de los anejos que son los grandes olvidados. Aquí el PP, por lo que sea, solo se centra en el centro, Antequera no es el centro, sino también barrios y anejos y hay que ponerlo en valor. Y no centrarse en el pasado, mirar nuestro alrededor y lo que suponen las personas”.
La sociedad de hoy y el papel de la mujer
Demos un salto en el tiempo. Dictadura, Transición, Democracia, libertades… ¿cómo se vive hoy?: “Tenemos libertinaje; creemos que tenemos toda la libertad del mundo y seguimos atados de pies y manos por lo que sea; el pasado nos sigue coartando”. Antes estaba la censura, ¿y hoy, se sigue utilizando la información?: “Sí, yo creo que se sigue utilizando esa baza. Ahora la censura la tenemos un poco encubierta. Los problemas reales los tapamos con noticias que llaman la atención para evitar que la gente sepa la realidad del día a día”.
¿Cómo está cambiando el papel de la mujer?: “Está presente cada vez más; hay mujeres que valen oro y tienen muchísima capacidad. Espero que pronto veamos una mujer en la Alcaldía y por qué no vamos a poder llegar ahí”. De apuesta por la igualdad, pero a Antequera le cuesta tener a una mujer como cabeza de lista: “Sí, la verdad es que cuesta mucho. En Antequera el matriarcado no funciona. Aquí tiene que ser el hombre y hoy día tenemos que ser iguales para todo y en este ámbito pasa lo mismo”.
¿Cómo se considera política e ideológicamente?: “Soy de izquierdas, feminista y un poco conservadora”. Explíquemelo: “Ser de izquierdas es ver la realidad de la gente y no centrarse en una idea y un motivo. La realidad de Antequera es que hay mucha gente que lo pasa mal y tenemos que abrirnos. Aquí seguimos formando guerras y esa época ya pasó. Antequera sigue siendo muy clasista y seguimos con estas ideas y eso es de lo que yo no soy partidaria. La gente tiene que abrirse y ver las cosas de otra manera”.
Ser feminista es… “buscar la igualdad entre un hombre y una mujer, ¿por qué un hombre no puede estar en su casa guisando, cocinando y quitando el polvo? Hay hombres que hacen esa labor por circunstancias de la vida y las mujeres tienen su trabajo y tienen que buscarse las habichuelas. El hombre no es menos hombre por ello, tenemos las mismas oportunidades y no por ser mujer voy a tener más dificultades para llegar a ciertas metas porque somos iguales”.
Conservadora porque “con la edad que tengo he vivido muchas cosas. Mis padres muy religiosos y eso quieras o no lo llevas contigo. El que seas de izquierdas no quiere decir que no creas. Yo la Semana Santa la vivo como la que más. Los de izquierdas asistimos a misa y a actos religiosos, apoyamos la Semana Santa de Antequera y eso no quiere decir que sea más o menos de izquierdas. A ver si quitamos el tópico de ser de derechas y creyente; y de izquierdas y ateo”.
Propuestas para Antequera
Vamos al día a día. ¿Qué cree que se puede mejorar en el día a día de la ciudad?: “Muchas cosas, como por ejemplo la agenda cultural que es un poco compleja. Es verdad que se organizan muchos eventos, pero no se les dan esa visibilidad para que llegue a todo el mundo. No todo el mundo llega a las redes sociales y habría que darle otro tipo de visibilidad para llegar a todos, como por ejemplo el escaparate de la Oficina de Turismo, con un cartel con la programación mensual. También hacer que no se solapen los eventos porque hay gente que no puede asistir a todo. Es una pena que a actividades muy importantes no acuda mucha gente y es una forma de poner en valor lo que tenemos en Antequera”.
Alguna infraestructura necesaria: “Me encantaría que el señor Barón viera la necesidad de acometer la reforma del Cine Torcal. Es fundamental y me da pena que en pueblos como Archidona o Lucena, esos auditorios que tienen, aunque aquí que somos 42.000 y tengamos un teatro que caben apenas 400 personas”. Se demanda Cultura, pero a veces le cuesta al público participar, como puede ser el Carnaval.
“Aquí hay mucha gente que es muy reacia a participar en muchos actos. Se organizan y la gente no participa por el qué dirán. Eso habría que dejarlo aparte y cada uno debería pensar por uno mismo y no pensar en lo que otros opinan”. Esa participación, ¿pasa igual que cuesta dar la cara para protestar o demandar algún servicio?: “Todos nos quejamos hoy en las redes sociales, pero no veo que salgamos a la calle como se hizo para pedir el Hospital.¿Por qué no salimos a la calle para reclamar mejor sanidad, un segundo centro de salud o la ampliación de las especialidades médicas del Hospital…?”.
Así es Pilar, la política con apellido histórico, Ruiz, pero con ideas revolucionarias, las de Adelante Antequera. “Que la gente no piense en el qué dirán si me ven. Si hacemos presión, podremos conseguir lo que necesitamos para Antequera”.