Un Pregón de Semana Santa se hace inmortal cuando con el paso de los años, sigue presente. La iglesia del Socorro, dentro de los actos de los 400 años de su fundación, acogió el sábado 7 de marzo a las 17,30 horas, el III Vía Crucis de Pregoneros de Semana Santa de Antequera, tras las dos primeras ediciones que promoviera Ángel Guerrero en los años 2000 (San Sebastián por el Año Jubilar) y 2010 (Santa Eufemia por el Sexto Centenario). En esta ocasión, fue guiado por los sacerdotes antequeranos Lorenzo Orellana y Juan Manuel Ortiz, teniendo el lujo de contar Federico Esteban Vilchez, quien realizó la monición de entrada en lo que fue una exaltación del cristiano cofrade.
Con el altar extraordinario que la Cofradía del Socorro montó por su 400 aniversario para esta Cuaresma: con la Cruz de Jerusalén bajo el palio de la Virgen y el Nazareno y la Socorrilla a ambos lados, empezaba en silencio el III Vía Crucis de Pregoneros de Semana Santa de Antequera, con la colaboración de este periódico, que sigue la iniciativa que iniciara su añorado director Ángel Guerrero.
Los sacerdotes Lorenzo Orellana y Juan Manuel Ortiz fueron los encargados de exponer cada estación para la reflexión de los pregoneros, con unas primeras palabras de Orellana quien evocó lo que debe de ser el ejercicio del Vía Crucis en Cuaresma. “Hacer el Vía Crucis es recorrer el camino de la cruz de Cristo que sólo puede recorrerse bien yendo detrás de Jesús tratando de aprender sus pasos y sus movimientos. Ese recorrido no es materia, los pasos que tenemos que dar pueden ser hacia dentro o hacia fuera, pero los movimientos que hemos de aprender de Jesús son todos del corazón. Aprender movimientos no es fácil, es entrar en un misterio de compasión, en un misterio de dolor y esperanza, de abandono y presencia, de humillación y gloria, en un movimiento de una intensidad y de un valor infinito que nos cambia la vida. Ahí se concentran todo el dolor y todo el amor que Dios nos tiene, en el Vía Crucis, son movimientos de redención. Ojalá ustedes y yo esta tarde sigamos los pasos de Jesús y entremos en su movimiento de amor”.
Agradecimiento de Federico Esteban
Seguidamente, sacó fuerza de su alma, Federico Esteban Vilchez, personaje vital e histórico de nuestras cofradías en la segunda mitad del siglo XX, quien compartió su agradecimiento por estar allí y profundizó que un cofrade es ante todo, cristiano. Exaltó el papel de las cofradías y pidió a todos sus componentes que tengan presentes al Señor y a la Virgen y que sea ejemplo vivo de la Iglesia.
“Bienvenidos a esta reunión, no diría antigua, sino de ayer porque hoy es el día grande para todos los que hemos participado anteriormente en los Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías de Antequera que, independientemente de ser Agrupación, recogen con un gran mérito, estilo y fervor cristiano lo que supone para nosotros pertenecer a las cofradías de Antequera que tanto han hecho, harán y seguirán haciendo a través de los tiempos por la ciudad, sus habitantes, sus personajes y por todos aquellos que lo necesiten”.
Saludó a las autoridades y cofrades “que hoy se encuentran con nosotros en este acto para felicitarles por el trabajo, que no es que sea duro, pero hay que trabajar, luchar, estar en ello y yo invito a todos a que sigáis este camino que es el camino que nos lleva al más allá y el más allá digamos lo que digamos y pensemos lo que pensemos no está muy lejos, está detrás de la puerta, pero nosotros con nuestro coraje, sentimiento, deseos y manera de ser tenemos que seguir llevándolo y así será.Hoy nos reunimos nuevamente para celebrar el Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús que por supuesto lo llevamos dentro desde hace muchos años”.
Quiso dirigir unas palabras “en recuerdo de un gran amigo y compañero, Ángel Guerrero, un hombre que participó, trabajó y luchó con nosotros a mano partida para que este acto del Vía Crucis de los pregoneros, pregoneros, pregoneros, permitidme que lo diga tres veces porque hacer un pregón de Semana Santa de la ciudad de Antequera ya de por sí es un honor, en cualquier otro sitio lo sería, pero aquí en Antequera, es un honor no sólo para la persona que lo hace, sino para aquellos múltiples cofrades a los cuales felicito por supuesto porque sin ellos nada podríamos hacer”.
Estos cofrades que tanto ayudan y que tanto se arropan y “que espero sinceramente continúen en esta labor puedan seguir trabajando, luchando y sobre todo una cosa importante bajo mi punto de vista que también es el de todas aquellas personas que trabajan en pro de la religión, de la Semana Mayor, en este caso en Antequera que bien tiene demostrado durante muchos años que no se puede estar sin tener una conexión con el de más arriba que es el que nos lleva y nos trata”.
Emoción por sus palabras, un día antes de cumplir 85 años, que dio pie al inicio de las estaciones, que fueron expuestas entre los dos sacerdotes y a continuación, profundizadas por cada pregonero presente.
El rezo de las Estaciones y la reflexión de los pregoneros
La primera es ‘Jesús es condenado a muerte’ que recayó en Manuel Fernando León Bailén, pregonero en 1988. “Al iniciar la meditación de la Pasión de Jesús, aparte de entristecernos y escandalizarnos, como cristianos, los hechos que contemplamos deberían ser motivo de reflexión sobre nuestros comportamientos y actuaciones, que en muchas ocasiones se asemejan a las que nos narran los Evangelios”.
La segunda estación ‘Jesús con la cruz a cuestas’ fue realizada por Gerardo García Sobrino, pregonero en 2009. “Si tú Dios mío, dudaste de tus fuerzas para arrastrar tu cruz, ten misericordia de nosotros, de nuestras debilidades y tropiezos y haz, que a pesar de nuestras caídas y levantamientos continuos, nos sobrepongamos con diligencia, en el camino que nos lleva hacia ti”.
La tercera estación, ‘Jesús cae por primera vez’ correspondió a José Escalante Jiménez, pregonero en 2011. “La caída de Jesús no es un signo de debilidad, sino de amor, es un mensaje de amor por nosotros. Al caer bajo el peso de la cruz, Jesús nos recuerda que el pecado pesa, que el pecado abate y destruye; que el pecado castiga y hace daño: por esto el pecado es un mal”.
La cuarta estación ‘Jesús encuentra a su madre’ la llevó a cabo Antonio José Guerrero Clavijo, pregonero de 2018. “¿Por qué el Hijo no llora en su camino al Calvario? Porque tiene a su lado a… su Madre, a tu madre, a mi madre… Ella, la Madre de Dios…”.“Por eso, Jesús no llora… sonríe de tener siempre a su lado a su Madre, desde que es condenado a muerte, hasta que sube el calvario camino del Portichuelo”.
La quinta estación ‘El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz’ fue realizada por Manuel García de la Vega, quien tenía que haber sido pregonero de la Semana Santa de 2020 el 28 de marzo, pero tendrá que esperar al 2021, por el estado de alarma por el coronavirus. “Jesús Nazareno, precedido de la Cruz de Jerusalén, la Cruz que nos marca esa historia centenaria, por cuatro veces repetida, de una Cofradía embargada en la pasión de un rostro, el más bello rostro jamás imaginado, del Jesús Nazareno el Guapo, el que roba los suspiros del alma, sosteniendo y soportando las múltiples cruces que acuden a su encuentro”.
La pregonera del 2019, Eugenia Acedo Tapia, realizó la reflexión de la sexta estación ‘La Verónica limpia el rostro de Jesús’. “Señor de la Verónica, que a tanta gente llegas en Antequera, peregrinación constante de fieles que se acercan a tu capilla, en busca de ese milagro, de esa curación, de ese volver a la fe,… Tantos antequeranos que cada día se acercan a Ti y encuentran en ese minuto ante Ti la paz, el socorro necesarios para llevar el día a día”.
Tras ella, el pregonero de 2006, Francisco Javier Pérez Cervantes fue el encargado de hacer la séptima estación “Jesús cae por segunda vez”. “Toda la conmoción y dolor queda para la pobre Madre. Su Mayor Dolor, Jesús, pisoteado y hundido en la humillación, como un despojo de hombre. La Potestad y el Amor al borde de todas las ofensas, el Corazón de mi Madre con su Mayor Dolor destrozado, para pagar mis rebeldías y pecados”.
La octava de las estaciones, “Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén” corrió a cargo de Ana Lara Torres, pregonera de 2007. “Lloremos por el daño que hacemos al Señor cuando miramos hacia otro lado, indiferentes ante el dolor ajeno, ante el sufrimiento de todas aquellas personas que viven hoy esclavizadas por el miedo, la explotación y la violencia.
Y pidámosle fortaleza para no quedarnos en lo superficial, para abrazar cada día nuestra cruz, para sentir amor en nuestro corazón que nos ayude a ver a los demás como Él nos ve”.
‘Jesús cae por tercera vez’, la novena de las estaciones, fue llevada a cabo por Francisco José González Díaz, pregonero en 1987. “Ten piedad y misericordia de nosotros, de tu Iglesia, de nuestras hermandades y cofradías, cuando caemos una y otra vez. Porque, al caer, el maligno se alegra, esperando que nunca nos levantemos; espera que tú, Señor, arrastrado en la caída, quedes abatido para siempre. Pero tú te levantarás. Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes levantarnos, aún a pesar de nuestras miserias”.
La décima estación ‘Jesús es despojado de sus vestiduras’ fue reflexionada por Francisco Morente Tomás, pregonero en 2013. “Se le vuelven a abrir las heridas producidas por la flagelación. En la cabeza por la corona de espinas. Este cuerpo se inmolará en la pasión como sacrificio, entregándose por los pecados del mundo. Este cuerpo permanecerá como sacramento y como alimento en la Eucaristía”.
En la recta final del Vía Crucis, la undécima estación ‘Jesús es clavado en la cruz’ correspondió al pregonero del año 2014, Juan José Sánchez Ramos. “Exalto y significo tu sufrimiento en la alzada, de la Tierra a los Cielos, Clavado en la Cruz, y tu cuerpo encarnecido y tan herido, zarandeado, aplomado, y suspendido de tus manos desgarradas… manos que ya no bendicen, ya no siembran, ya no reparten sin descanso el pan sublime que lo divino puso en lo humano”.
La reflexión de la duodécmia estación ‘Jesús muere en la cruz’ fue para el cofrade y alcalde de Antequera, Manuel Jesús Barón Ríos, pregonero en 2005. “¡Hermanacos valientes: seguid meciéndolo! Que es el mismo Dios el que llega pasando entre espadañas. Ya no hay pena, ya no hay llanto, pues tu Verde Estudiante es más puro Cristo Santo. ¿No escucháis las campanas? Eres sola tú Antequera la que consigue el milagro al hacerlo vuelves con Cristo vivo al que sacaste en su Cruz lastimosamente muerto. ¡No lloréis Estudiantes, que Cristo está despierto!”.
La décimo tercera estación ‘El sagrado descendimiento’ le correspondió al pregonero de 1993, Juan Antonio Álvarez Gordillo. “Hijo divino, si no me hablas, no lloraré.Si no me besas, no lloraré, aún conservo tus caricias de niño en Nazaret. Si no me abrazas, no lloraré, tu regreso esperaré. Hijo, ahora, me haces Madre de tu pueblo. Me has dejado para empapar sus decaimientos y añoranzas. Para que les señale que el camino de la verdad es la verdad misma, eres Tú. No lloraré, hijo mío, porque estoy llena de ti. Tú nunca fuiste la tristeza o la desesperanza. Porque tu Santo Espíritu estremece ya los quicios de nuestros corazones. Ven, hijo mío, descansa y sueña que no lloraré”.
Y la última de las estaciones, la décimo cuarta ‘Jesús es puesto en el sepulcro’ fue realizada por el sacerdote Juan Manuel Ortiz Palomo, quien con unas palabras dio por concluido el Vía Crucis.
“Señor Jesucristo, al ser puesto en el sepulcro te has hecho el grano de trigo que muere y produce fruto de verdad, el fruto de la Vida Eterna. Desde el silencio del sepulcro iluminas para siempre la promesa del grano de trigo del que procede el pan de vida en el cual te ofreces a ti mismo.
La Palabra eterna, a través de la encarnación y la muerte, se ha hecho Palabra cercana; te pones en nuestras manos y entras en nuestros corazones para que tu Palabra crezca en nosotros y produzca fruto. Te das a ti mismo a través de la muerte del grano de trigo, para que también nosotros tengamos el valor de perder nuestra vida para encontrarla; a fin de que también nosotros confiemos en esa promesa. A falta del Pregón de 2020, 15 pregoneros se reunieron para rezar un Vía Crucis antes de este estado de alarma.
Finalizado el acto, se repartió una postal conmemorativa a todos los presentes, así como unos detalles a todos los pregoneros. Sin duda, una oportunidad única de rezar un Vía Crucis en Cuaresma, y donde a través de una mínima reflexión de cada uno de los pregoneros han vuelto a poder exaltar nuestra Semana Santa, pero desde el punto de vista del Vía Crucis.
BANNER PUBLICIDAD
Información básica para el coronavirus
·Teléfonos exclusivos para el Covid-19 “coronavirus: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
· No usar el 061 ni el 112: Las autoridades piden que no se llame a esos números porque colapsan las centralitas e impiden la atención de otros casos en los que hay una urgencia vital. Los números a los que hay que llamar para consultar dudas y hacer preguntas sobre el coronavirus son el 900 400 061 y el 955 54 50 60 (Salud Responde).
· Qué es el coronavirus: Virus que circulan entre animales, pero que algunos pueden afectar a los humanos, el nuevo se identificó en China a finales de 2019.
· Los síntomas: Fiebre, tos y sensación de falta de aire.
· Prevención: Lavar las manos frecuentemente. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Al toser, cubrir la boca con un pañuelo desechable o contra el brazo con el codo flexionado. Con síntomas respiratorios, evitar el contacto próximo con otras personas.
· Con síntomas: No acudir al Hospital, sino llamar a los teléfonos indicados: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
