La vida es como el coronavirus y todas las adversidades que nos toca encontrarnos en el día a día: no sabes lo que es hasta que te toca de cerca.Un día, te levantas, enciendes el móvil, sales a comprar el periódico, ves la televisión y, mejor, pasar de largo por las cuestiones políticas. En una serie española decían algo así como que España siempre ha tenido buenos soldados, pero que siempre le faltan buenos capitanes.
Creemos que pocos cambios han surgido desde siglos atrás.Toca levantarse, comprobar que la familia y amigos están bien y nos toca ser seleccionador de España: ¿qué es el coronavirus, cómo se contagia, cuántos casos hay en mi tierra, qué va a pasar, hasta cuándo estaremos en casa, qué ocurrirá con el ‘cole’, si habrá Semana Santa en septiembre…?
Mientras, en una residencia, en una casa, en un piso, se encuentran solos los abuelos, los padres, los que nacieron en la Guerra, los que siguen sin saber dónde están sus padres enterrados, los que lloran su pérdida porque fueron asesinados… O los hijos de los padres, los que empezaron a sufrir el cáncer, los que un infarto al corazón se llevó a un ser querido, los que un accidente frustó en una carretera el futuro de una familia…
Y de repente, llega el COVID-19, sin avisar, sin verse, como el odio y el mal de las personas. No se ve, pero se respira y te envenena. Y mientras nos hacemos catedráticos de esta pandemia, un abuelo, una abuela, un padre, una madre, un hermano, una hermana, un hijo, una hija… que se encuentra mal, se traslada al Hospital y cuando le acompañas como siempre, esta vez te dicen: “No puede pasar, lo siento”. Y ni te da tiempo de darle un beso, un abrazo, de mirarle a la cara, de despedirte… Te llamarán si hay novedad y te tienes que ir a casa con muchas preguntas, pero pocas respuestas.
La vida no es como la lotería, que siempre juegas y deseas que te toque. La vida es como la vida misma: tiene sus páginas escritas. Y, sin esperarlo, se va, fallece, pierdes al familiar querido y no podrás ni verlo, ni darle el último beso, abrazo, velarlo ni compartir el sufrimiento.
¿Y qué le dices a la familia? Un mensaje de esperanza, compartían sanitarios, que aunque ya no pueden hablar (estamos en 2020, la era de la libertad de expresión), comparten que estuvieron con él, en su último aliento, dándole la mano como si fueran ellos, los otros, la familia. Y se acabó su ciclo aquí. Son esos ángeles de la guarda que no habíamos visto hasta ahora tan cerca. ¡Gracias, sanitarios!Pero hay que ser optimistas, son muchos los que lo superan, los que salen de la UCI, los que lo pueden contar. Y por eso, amable lector, si tiene 5 minutos, de esas 24 horas al día: ¡llame a sus abuelos, a sus padres, a sus hermanos, a sus hijos, a sus amigos…!
Porque la vida es tan rápida, que no sabes la última vez en la que podrás dar un abrazo virtual, una buenas palabras, un deseo de volver a verte.Para terminar, ya que ahora se critican los aplausos de las 20 horas y se reivindican las condiciones profesionales de los sanitarios. ¿Y si al menos una vez a la semana, nos damos la mano “virtual” en los balcones, como gesto del abrazo último de las personas que se van solas…?
Mientras que algunos te juzguen si eres monárquico, republicano, de derechas o de izquierdas… Nosotros nos confesamos: ¡Personas, y nada más, pero nada menos! Somos vidas rodeadas de historias que tienen un principio que no sabemos cuándo llegará el final. ¡Leamos a quien merece la pena y demos la mano!
Información básica para el coronavirus
·Teléfonos exclusivos para el Covid-19 “coronavirus: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
· No usar el 061 ni el 112: Las autoridades piden que no se llame a esos números porque colapsan las centralitas e impiden la atención de otros casos en los que hay una urgencia vital. Los números a los que hay que llamar para consultar dudas y hacer preguntas sobre el coronavirus son el 900 400 061 y el 955 54 50 60 (Salud Responde).
· Qué es el coronavirus: Virus que circulan entre animales, pero que algunos pueden afectar a los humanos, el nuevo se identificó en China a finales de 2019.
· Los síntomas: Fiebre, tos y sensación de falta de aire.
· Prevención: Lavar las manos frecuentemente. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Al toser, cubrir la boca con un pañuelo desechable o contra el brazo con el codo flexionado. Con síntomas respiratorios, evitar el contacto próximo con otras personas.
· Con síntomas: No acudir al Hospital, sino llamar a los teléfonos indicados: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).