Hijo de Emilio Pérez Pérez y Dolores Morilla Navarro, se trasladó con toda su familia con apenas 6 años. Aquí estudió en el León Motta. Se casó en 1959 en la iglesia de San Miguel con Salud Galindo Becerra con quien tuvo tres hijos: María del Pilar, María de la Salud y Francisco.
Tras varios trabajos, entre ellos relacionados con la farmacia, recuerda a Juan Ruiz Garrido y Domingo Espejo. En 1967 ingresa en la Caja de Ahorros de Antequera donde se jubila en Unicaja.
Creíamos que era de Antequera porque siempre lo habíamos así considerado, pero al nombrarle Hijo Adoptivo nos dice: “No soy natural de aquí: Álora me parió, pero me amamantó Antequera”.
Sus primeros recuerdos son “de una placita que había al final de la calle Taller y Ollas donde jugábamos a la pelota de esparto de aquel tiempo. Nací en el 34 y viví aquellos años tan difíciles con el hambre, la pobreza… Éramos una familia humilde y con mucho trabajo salíamos adelante porque éramos muchos”.
Persona de Iglesia, hoy es el archivero de San Sebastián, parroquia donde tiene devoción al Mayor Dolor “desde hace mucho tiempo, por mi primo Paco Molina que estaba metido mucho en esa cofradía y desde entonces lo soy”.
La devoción a la Virgen del Socorro le viene de su mujer.“En su juventud vivió en el Barrio de San Juan y cuando nos casamos me arrastró también al Socorro y desde que nos casamos tenemos esa vinculación con ella”.
Fue presidente de la Agrupación de Cofradías al dejarlo Manuel Sotomayor que por trabajo lo destinaron a Melilla y cogió el cargo hasta que lo relevó Francisco Rosales.
Tras esta Semana Santa, comparte que la ha pasado “con el corazón puesto en otro sitio: lo que no ha habido son procesiones. Es pronto para vaticinar lo que pasará el año que viene. Si esto acabara en este año habría posibilidad de hacer una Semana Santa normal, pero es muy complicado. Hay que asumir lo que hay ahora y ya está”.
Ser Hijo Adoptivo
Se enteró “en la calle cuando me felicitaron dos o tres personas. Yo me veo como un buen ciudadano, no mejor que otro, como para ser elegido, pero me alegré muchísimo. Sentí un agradecimiento enorme, una satisfacción personal por todo el trabajo que he hecho en Antequera. Un reconocimiento”.
Sobre lo que sintió: “De alguna forma quería que me conocieran en Antequera, no para que me pusieran un galardón, sino para que me reconocieran todo”.
Desde que se ha hecho oficial: “Me han felicitado mucha gente por teléfono y en persona, de las cofradías, de las iglesias… llevo 25 años ligadas a ellas”. Le gustaría que se insistiera en la figura de Federico Esteban en Antequera. “Estuve mucho tiempo con él y trabajó mucho. Nos hicimos amigos, nos llevábamos estupendamente, una buena amistad”.
¿Qué le dice a los jóvenes cofrades?: “Yo los veo bien; que tengan una formalidad en la calle”, y que continúen con regularidad “no ahora sí, mañana me voy…”.
Terminamos preguntándole qué le dice a la ciudad: “Álora me parió y Antequera me amamantó”, agradeciendo al Ayuntamiento y a los organismos y personas que le han propuesto el nombramiento, que recibirá el próximo miércoles 16 de Septiembre en acto por anunciar el consistorio ante la pandemia de este año.