Desde el próximo jueves 10 de septiembre, los centros educativos van a ser el foco de la pandemia, de las noticias, de las redes sociales y de las familias. Son profesores de profesión, pero maestros de la vida. Creemos que a veces, incluso pueden influir más en la educación de nuestros hijos que nosotros.
Por ello, confiemos en su papel.Intercambiando impresiones con responsables de los centros y profesores en general, no han tenido descanso porque, a expensas de las directrices de la Junta de Andalucía, cada colegio tiene una singularidad y ha tenido que buscar la fórmula para poder reabrir las puertas de la mejor manera posible.
Viendo el lado positivo del incremento de nuevos casos en los últimos días, quizá sirva para que en casa, nos tomemos en serio la vuelta al colegio. Lo primero, cumplir las recomendaciones de distancias, limpieza y reuniones. Y lo más importante: ante el primer síntoma de un simple resfriado, cualquier malestar o posible sospecha de COVID-19, quedarse en casa y acudir a las autoridades sanitarias.
Hay casos en las ciudades, por lo que habrá entre las familias de los alumnos. De ahí la primera gran responsabilidad: este año no se pueden llevar con tos, décimas de fiebre o algunos otros síntomas.
Por otro lado, cada centro ha diseñado un horario y acceso de entrada y salida, para lo que subrayan la necesidad de ser puntuales, guardar las medidas de seguridad y no quedarse en los accesos a los centros. Los hay con más espacio, pero hay como el Romero Robledo, que no tiene sitio.
Por eso es muy importante planificar las salidas y recogidas, que solo vaya una persona y ser rápidos.Como dejamos a los profesores que casi eduquen a nuestros hijos en muchos aspectos, hay que tener confianza en ellos que velarán por las medidas de seguridad (separación de grupos, limpieza, seguimiento de síntomas…) y serán los primeros que actúen cuando surja algún caso, que es normal que así sea entre tanta población.
Y, cuando alguien dé positivo, una clase a cerrar o incluso como mayor escenario, un colegio, no empezar a copiar y pegar señalando quién es o cómo ha sido, porque la COVID-19 o sus síntomas, nos puede pasar a cualquiera y no podemos sumar un nuevo prejuicio entre los escolares.
Este curso 2020-2021 hay nuevo examen: se llama convivir la pandemia. Todos nos tenemos que presentar, nadie se puede librar de suspender, pero podemos evitar que “se copien” en compañeros, clases y colegios, si somos responsables.Que los centros escolares marquen el camino de los futuros padres, médicos, científicos, políticos, periodistas, autónomos, profesionales de todos los ámbitos… que serán los encargados de asumir estas situaciones por si es la primera de otras que pudieran presentarse en la vida.
Empieza el examen. ¡A ayudar entre todos a sacar buena nota y que sea dentro de las clases y al final, ojalá puedan volver los abrazos, las sonrisas, las carreras, los juegos, las graduaciones… que tanto tienen en falta en todos los colegios de nuestra ciudad y del mundo!