Félix Hurtado Melero (Málaga, 1981) es coordinador de la Unidad Funcional COVID-19 del Área Sanitaria de la Comarca de Antequera. Tiene 39 años y es psicólogo y técnico de Educación para la Salud. De su departamento se coordina toda la pandemia y salen los números de las estadísticas oficiales.
Aunque depende de la semana y de la incidencia del virus, en estas semanas, por ejemplo, se pueden llegar a realizar unas 2.000 pruebas semanales, de las que dan positivo unas 500, por lo que hay 1.500 casos negativos. Es decir, de cada 4 pruebas, 3 son negativas. Pide responsabilidad y confianza en el sistema sanitario y seguir las recomendaciones, sobre todo, de las personas que deben aislarse.
El Hospital Comarcal de Antequera y el Área Sanitaria tienen un departamento que coordina la pandemia de la COVID-19. La dirige Félix Hurtado que está al frente de un equipo de más de 20 profesionales que se encargan las 24 horas de los 7 días de la semana de la pandemia en la Comarca.
Un departamento que se ha adaptado en cada área sanitaria, aunque ya existía dentro de la especialidad de epidimiología, donde “un equipo se encarga del control de enfermedades, pero cuando llega esta pandemia se ve evidente que hay que reforzarlo y se optó por centralizar todo lo referente a la gestión sanitaria de la COVID-19”.
Hasta 20 personas lo integran entre médicos, enfermeros, auxiliares y los coordinadores con los centros educativos. “Esto en cuanto a la gestión; después, la carga asistencial sanitaria propiamente dicha de esos enfermos recae por un lado sobre Atención Primaria, que están haciendo un trabajo magnífico; y por otro lado, en aquellos casos que el paciente requiera una hospitalización pues ya con los servicios de Urgencias, Medicina Interna y UCI principalmente dentro del Hospital”.
¿Cuáles son los síntomas en los que las personas pueden sospechar que podrían tener el virus?: “Pues pérdida de gusto y olfato. Lo que pasa es que por desgracia este virus es el virus perfecto en el sentido de que en un porcentaje importante de los casos es asintomático y la persona no nota absolutamente nada”.
Una persona cuando cree que tiene esos síntomas ¿Qué tiene que hacer?: “Hay dos situaciones. Un paciente que presenta una sintomatología fuerte y que se encuentra mal y percibe una situación de salud muy delicada hay que acudir al servicio de Urgencias, pero solo en esos casos”. Y con pequeños síntomas llamar por teléfono “con el sistema sanitario a través de Salud Responde o de su propio centro de salud. Esto es importante que lo recalquemos porque muchas veces, es verdad que comprendo que por la necesidad de obtener una respuesta rápida, nos ponemos impacientes, nos asustamos y vamos al Centro de Salud o al Hospital, pero eso dificulta mucho el trabajo”.
Si se acude en ambas situaciones se puede colapsar la atención sanitaria: “Tenemos que buscar muy bien el equilibrio para que el que necesita atención la tenga rápida y el que la necesite, pero sea suficiente con esa indicación telefónica pues lleguemos hasta ahí”.
En el momento que una persona sabe que le tienen que realizar una prueba, ¿qué debe hacer? “Cuando hay un resultado positivo automáticamente se hace una encuesta epidemiológica, es decir, se valora con qué personas ha estado en contacto en un periodo determinado. De ahí se determina qué personas van a tener que realizarse una prueba y automáticamente les vamos a dar una cita”.
Y mientras, ¿se queda en casa, sigue haciendo vida normal?: “Esperamos; nos hacemos la prueba y nos volvemos, pero hasta ese momento la persona tiene que permanecer aislada. De todas formas, le explicamos a cada persona lo que debe hacer”.
¿Puede ser uno de los problemas que se hace vida normal mientras se espera y esa persona puede propagar el virus?: “Mi periodo de cuarentena, de aislamiento, lo tengo que seguir practicando a rajatabla porque hay veces en las que cuando practicamos la PCR o el test de antígenos, todavía no hay una suficiente carga viral en esa persona para que dé un resultado positivo, pero días más tarde sí. Por lo tanto, si yo me hago una prueba, doy negativo y considero que me he librado y no hay ningún problema y hago vida normal, puede que a los dos o tres días empiece a tener síntomas, me hagan una prueba de nuevo y dé positivo. Y en ese tiempo en el que he estado haciendo vida normal he podido contagiar a muchas personas”.
¿Y cuántos días recomienda quedarse en casa?: “En el momento en el que un profesional sanitario aplica esa prueba ya le va a dar una indicación clara en cada caso a la persona. La norma general es un periodo de 10 días, después de los cuales la persona debe contar a partir del día siguiente del inicio de los síntomas. Y si no hay síntomas, pues 10 días a contar a partir de del día siguiente de la aplicación de la prueba. Si durante los tres últimos días de ese periodo de aislamiento la persona no ha tenido ningún síntoma podrían considerar que la persona puede hacer vida normal”.
En definitiva, aunque puedan tardar en llamar, hacerles caso siempre a su llamada y no al vecino, al primo, al cuñado, a la tele… “Es fundamental porque nosotros valoramos por qué motivo se le ha hecho la prueba. Bien porque tenga síntomas o porque por ejemplo, se vaya a hacer una operación en el Hospital y haya que hacer una prueba preventiva para descartar una posible infección. No es lo mismo ese motivo que el que por ejemplo, haya tenido un contacto estrecho”.
Nos es la primera vez que personas que han necesitado asistencia, porque se han sentido mal en la calle o en un establecimiento, cuando le atienden dice que es positivo y que tenía que estar en casa… “Estas cosas nos entristecen mucho y también nos generan una cierta rabia porque nosotros necesitamos la colaboración de las personas. Por mucha formación y empeño que pongamos y por muy bien que demos las indicaciones, al final es responsabilidad de cada persona cumplir o no con esas indicaciones. Es verdad que por norma general la mayoría de las personas cumplen con las indicaciones que les damos, pero este tipo de situaciones además de ser desastrosas desde el punto de vista epidemiológico, es una falta muy grave que está castigada con penas entre 3.000 y 60.000 euros. Eso va a generar que sin ser consciente vas a contagiar a personas que van a contagiar a otras y eso supone hospitalizaciones y días más tarde, fallecimientos, por desgracia”.
Los centros educativos, un ejemplo a seguir
Suponemos que su unidad es la que llevó a cabo ese cambio en los procedimientos de los colegios. Cambiaron esas directrices y tenemos entendido que a no ser que haya un brote, si hay algún positivo se aíslan a los compañeros, se les hacen las pruebas, ven que es una cosa aislada, que lo han cogido fuera y gracias a su unidad y ese procedimiento estamos a final de enero y los colegios siguen abiertos ¿no?
Los colegios, al final, están dando una lección a toda la sociedad de lo que es cumplir las recomendaciones, pese a dejar abiertas ventanas, los cambios en los cierres, qué hacer ante un positivo. “Los centros educativos están colaborando a tope, llevan las normas a rajatabla y es verdad que los niños tienen mucho que enseñarnos. Yo tengo una hija con 6 años y entra por la puerta diciendo de lavarnos las manos… Ellos siguen las normas muy férreamente”.
Los padres deben saber que al instante cada día estará ese enfermero de referencia con las clases en los colegios y si falta alguien que estén tranquilos, que si surge algo, ellos son los primeros que van a actuar para prevenir esos casos y por lo que se ve muy pocas clases se han tenido que cerrar… “Que los padres sepan que cuando el centro educativo les dice que no es necesario aislar más que a estos niños, que sepan que eso no lo ha decidido el centro educativo por su cuenta, sino que lo hacen de una forma asesorada” por esta unidad que coordina Félix Hurtado.
Suponemos que son quienes mandan los datos a la Consejería de Salud para decir cuántos casos positivos hay en los 7, 14 días, el índice de contagios en la última semana… ¿Podría decirnos una proporción aproximada de los que dan negativo o cuántas pruebas diarias o semanales pueden hacer de media? “En el momento en el que estamos ahora mismo, de máximo rendimiento, a lo mejor en un día la unidad puede procesar 400 o 450 casos, no me refiero a positivos sino a casos en total, porque para nosotros un negativo es un caso procesado porque genera la misma carga administrativa de seguimiento que un caso positivo, prácticamente la misma. A los negativos también los tenemos que avisar y además de una manera absolutamente diligente y rigurosa. No solo avisarles sino cada uno de estos pasos de los que hablo conlleva un trámite burocrático, administrativo porque todo eso hay que registrarlo”.
Muchos más negativos que los positivos en las estadísticas. Desde su unidad ¿qué recomendación nos da para que la ciudadanía ayuden a superar lo mejor posible esta situación? “La salud forma parte de la responsabilidad de cada persona, eso se puede trasladar al Covid. Si tú enfermas, nosotros vamos a detectar el caso y vamos a darte toda la asistencia que sea necesaria, pero hay mucho que podemos hacer para no infectarnos por Covid-19. ¿Qué podemos hacer? Pues, ser responsables. Tenemos que renunciar a cosas. Me gustaría quedar con mis amigos, pues no quedo porque ese contacto puede suponer uno, dos, diez casos positivos. Quiero irme al pueblo de al lado y voy a saltarme las normas y tal… pues no; no lo puedes hacer porque puedes estar transmitiendo un caso positivo a otra población en la que de entrada no había casos positivos. Tenemos que ser responsables y tenemos que renunciar a cosas. Esto es un acto de generosidad… Yo renuncio a algo mío por el bien de los demás y por supuesto, por el mío propio. El sistema sanitario no tiene unos recursos ilimitados y en determinados momentos necesitamos que la gente sea un poco paciente”.
Más claro… “El sistema sanitario no se colapsa, a veces podemos ser más lentos de lo que nos gustaría en nuestras actuaciones debido al volumen de trabajo, pero no paramos. Nosotros seguimos rastreando, haciendo pruebas… Si hay un momento en el que se disparan las cifras, esa llamada a lo mejor puede tardar, pero hay que comprender que los recursos se están aprovechando, pero que en determinados momentos llegarán un poco más tarde. Sabiendo además que cuando alguien esté realmente enfermo se le atiende de manera inmediata, pero por favor, a los que estén realmente enfermos”.
Nos quedamos con la responsabilidad y un dato: si en una semana en la Comarca Antequera hay 500 casos positivos, piensen que han podido hacer 2.000 pruebas y 1.500 han dado negativo.
