Si antes los medios de comunicación éramos los que dábamos testimonio del día a día de nuestros políticos; ahora con las redes sociales se ha saturado más de la cuenta. La clase política le ha quitado el protagonismo a investigadores, artistas, médicos, profesores, cualquier persona que se levanta por la mañana para hacer su cometido y contribuir al interés general.
Nos ponemos en el sitio de toda persona anónima, de ésas que no tenían trabajo o han perdido el empleo durante este fatídico año. Qué decir de los autónomos y pymes que no saben ya no cómo llegar a final de mes, sino cómo pagar los mismos o más impuestos, teniendo muchos menos ingresos.
¿Y de los comerciantes que han tenido que cerrar a las 18 horas, pese a extremar las medidas de seguridad? ¿Y de los bares el no poder ofrecer meriendas o cenas? Al final, están pagando justos por pecadores.
Creemos que el problema no es de un bar, de un comercio, de un colegio o de un piso… Todo depende de cada persona. Si las normas dicen no quitarse la mascarilla ni para fumar: ¿se respeta? Si se pide no vender alcohol desde las 6, ¿se ha hecho? Si se pide no salir del municipio… ¿no mira nadie las historias de instagram? Hasta fuera de Andalucía han viajado muchas personas.
El problema lo tiene el que lo hace y el que va a saltarse la norma. Al final, todos pagan. Tener responsabilidad y tomar decisiones debe ser muy complicado, pero para algo debe de servir este año.
Por otro lado, seguimos sin entender cómo no hay vacunas para la población. Esta semana, anunciaba Belén Jiménez, responsable del Hospital y del Área Sanitaria de la Comarca, que podrían poner 1.500 al día. Es decir, en 40 días estaría toda Antequera vacunada. Y ya han pasado dos meses de la primera dosis y mejor no decir los vacunados.
No entendemos cómo no se ponen de acuerdo todas las administraciones y exigen en Bruselas o compran por su cuenta, más vacunas, como han hecho otros países.
Por otro lado, nos preocupa que si esto pasa en España, ¿se imaginan en países de América del Sur, Asia o África? Esto va a durar, y llevamos un año de guerra y no se encuentra el fin. Porque volver a como estábamos más de un año, va a tardar, sobre todo los desplazamientos.
Decíamos en el titular que “el pueblo es el que levanta cada día una ciudad”. Pues miren un ejemplo de ayer. En los últimos años, la Cofradía del Rescate pedía donar sangre y médula tras besar al Señor. Este viernes, se saturó, con las citas previas se llenaron los turnos. Hasta tal punto que la unidad móvil de sangre adelanta un mes su regreso a Antequera para acoger la buena predisposición.
¿Entienden ahora lo que mantiene a un país, a un pueblo? Voluntad, hay; gente, de sobra. ¿Se imaginan que España hubiera tenido una infraestructura de investigación con tanto talento que tuvo que marchar? Tendríamos vacuna y seguro que la estaríamos exportando lo más rápido posible.
Ojalá aprendamos de una vez y prioricemos a la Sanidad y la Educación como bases del resto de la sociedad. Seríamos un mejor país, una mejor ciudad. Como dice nuestro himno andaluz:
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Que no falte el espíritu de colaborar y hacer el bien por y para los demás.