María Victoria Ríos Clavijo es la galardonada este año por el Ayuntamiento de Antequera con el Efebo a la Trayectoria Personal, en reconocimiento a su compromiso con diferentes asociaciones y colectivos de la ciudad.
“En la vida me podía yo imaginar esto y ha sido una gran alegría”, señala con humildad esta mujer que ha realizado una importante labor. “Hace ya muchos años que empecé a trabajar en Cáritas, y también desarrollo labores apostólicas en la Parroquia de San Pedro donde soy catequista y monitora de campamentos o campos de trabajo”.
Su vida laboral la ha desarrollado en la Seguridad Social como auxiliar de clínica. Tras jubilarse en 2019 “desde Misioneros de la Esperanza me propusieron irme a Corrientes, Argentina, algo que acepté”. La llegada de la pandemia le pilló “con las maletas hechas y con la imposibilidad de viajar, pero yo no me podía quedar en casa con los brazos cruzados”.
Fue entonces cuando “por mi inquietud por seguir haciendo cosas llamé a varios sitios para colaborar hasta que en marzo comencé como voluntaria en el comedor social”, colectivo que le ha propuesto para este reconocimiento.
Un compromiso social que parte de la fe
“Mi actividad siempre ha partido de mi fe, mi compromiso social se realiza a través de la Iglesia. Desde ahí procuro colaborar con todo el que lo necesita”, manifiesta María Victoria Ríos, quien asegura que “hay muchísima gente trabajando como yo, pero no es algo que esté todos los días en los periódicos”.
Desde su experiencia, valora la labor social y de voluntariado que se realiza en las parroquias de Antequera. La recompensa a este trabajo “se encuentra muchas veces en una sonrisa o un gracias de una persona que necesita ayuda, o sobre todo cuando compruebas que esas familias logran salir adelante con el granito de arena que hayas podido poner. Sin duda, ese es el mejor premio que te puedes llevar”.
La experiencia de los meses de confinamiento desde el comedor social los recuerda “con la sensación de que no estábamos corriendo ningún riesgo. Muchos me decían que estaba loca, pero éramos muchos los locos que estábamos allí intentando cubrir con gran ilusión todas las necesidades que se nos presentaba, y que cada día era más”.
