Sin procesiones, la Semana Santa es distinta, diferente, atípica, le falta la esencia que llena las calles del colorido de túnicas, hermanacos, bandas de música, tronos, imágenes… la Pasión del Señor en forma de procesión, el sentimiento del hombre que confía en manos de imagineros, el arte de recoger el dolor de una Madre de ver cómo su Hijo va camino del Calvario.
Desde que recordamos la Semana Grande, siempre hay una semana clave, la última de Cuaresma, en la que los cofrades ultiman todo detalle. Esta próxima semana, no habrá procesiones en la calle, pero sí en nuestro corazón, recuerdos y sentimientos.
Este lunes, ¡qué día iba a ser si no!, la Madre de los Estudiantes, su Virgen de la Vera Cruz, llamaba al Cielo desde Sevilla, a José Romero Benítez, maestro de Enseñanza Primaria. ¿Quién es?, puede que se pregunten. Es… ¡Pepe Romero: el joven que creció entre San Francisco y Jesús para dejar su huella en nuestra ciudad!
Fueron ángeles de Buiza los que vinieron en su busca para mostrarle el camino al Cielo, pero él les diría con su forma de ser: «¡Sí, pero tira por el camino de Antequera, que me falta dejar un exvoto a la Socorrilla y ver cómo han vestido a mi Virgen de la Vera Cruz!».
La pandemia nos está dejando circunstancias como ésta, en la que fallecen personas y la familia no puede comunicarlo, en su caso al vivir en Sevilla, y no poder acudir a su despedida.
A primera hora del santo lunes expiraba y fue despedido en la intimidad en San Jerónimo de Sevilla, siendo incinerado y a la espera de poder ser trasladado a su iglesia conventual de Las Descalzas de Antequera donde descansarán sus restos a pie del columbario. En cuyo templo se veneran las imágenes de San Juan de la Cruz o del Niño de Praga, así como las piezas de un Belén napolitano realizadas por él.
¡Se nos va otro personaje de las últimas décadas, de nuestra ciudad, de nuestras cofradías, a las que tanto amó e hizo por ellas!
Con 72 años, hace tres que padeció un empeoramiento en su salud que le llevó a temer por su vida, pero con su incansable deseo de vivir fue recuperándose poco a poco, volviendo a su taller en la calle de Talavera, donde siguió pintando exvotos para su Socorrilla.
Desde estas páginas, nuestro pesar a su familia, a José Manuel y Jesús, así como a las cofradías de los Estudiantes, Socorro y Santa Eufemia donde tanta relación tuvo.
¡Se fue un lunes para pintar y crear cómo será esta Semana Santa del 2021, la segunda sin procesiones, pero donde el genio de artistas como Pepe Romero, dejarán marcado cómo será!
Su alma del siglo XVIII quedará plasmada en sus obras, repartida entre cuadros, dibujos, bordados, imágenes… No habrá procesiones y el Cielo se lleva a un artista para esbozar cómo sigue siendo el calvario de esta pandemia.
La familia agradece el cariño que siempre se le ha tenido a Pepe, así como comunicará el día que se le dedique alguna misa por su eterno descanso cuando las circunstancias lo permitan.
Un maestro que deja su huella en el arte cofrade y sacro
Nació en Antequera en 1948, «proferor y artista» se consideraba como nos expuso en una entrevista. Hijo de Cayetano Romero Acedo y Carmen Benítez Carrégalo, quienes tuvieron tres hijos que son protagonistas de la Historia de nuestra ciudad.
Tras aprobar unas oposiciones estuvo 27 años dando clase en el Álvarez Quintero de Utrera. Pero su historia está marcada por el Arte y las Cofradías. Con 16 años fue vocal de la Cofradía de los Estudiantes y dejó sus primeras obras artísticas en la iglesia del Socorro.
En 1988 comenzó a vestir a la Virgen de la Vera Cruz, a quien cada año la preparaba de una forma diferente. Contribuyó a dale lo que no tuvo: manto, palio, sayas, estandartes… Fue el padre de la Madre de los Estudiantes.
En Jesús, pintó el primer paño de la Verónica, imagen que él realizó en 1983 y que empezó a procesionar en 1985. Además, amplió el trono del Nazareno de ‘Arriba’, incluyéndole cuatro cartelas con las imágenes de Santa Eufemia, San Francisco, San Luis y Santa Isabel de Hungría.
En Las Descalzas, realizó el San Juan de la Cruz y el Niño de Praga; así como la Virgen del Puro Corazón en sus Dolores Gloriosos para Cartaojal.
Pero su arte de extiende fuera de Antequera, donde destacan el San Juan de la Cruz en Jaén, el Cristo de la Expiración en el Ferrol, la Virgen de la Amargura de Toledo o la Virgen de los Dolores de la Plata en Argentina.
Más recientemente, pintó el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Antequera, amplió la colección de exvotos de la Virgen del Socorro, así como el cuadro de Santa Eufemia que preside las escaleras municipales del Ayuntamiento.
Pepe era un maestro y artista, llamaba a las cosas por su nombre, daba todo lo que estaba en sus manos, buscaba el ingenio para crear una maravilla de cualquier material que encontrara. Era capaz de pintar un cuadro en el siglo XXI y que pareciera del XVIII.
Era Romero y Benítez, con el espíritu de Buiza, a quien ayudó en su taller y creó su leyenda que hoy se aprecia en Sevilla, pero como bun artista le costó vivir y crecer. Se nos va otro antequerano que dedicó su juventud, su vida, a amar a esta tierra, siguiendo esos valores de casa que le dieron sus padres.
Descansa a la Vera de tu Cruz Carmelita, de su pasión por la Socorrilla y de tu antequeranismo de Santa Eufemia. Tu legado quedará marcado cuando recemos ante tus imágenes, recordemos tus exvotos y nos reunamos para organizar cualquier acto, recordando tus reuniones inolvidables con «tus» camareras. ¡La que estarás liando ya con Puri Campos, tu hermano Cayetano y tu referente Buiza!
Como dice el refrán: «Genio y figura hasta la sepultura». No te gustaba asistir a actos sociales y públicos y no has querido una despedida multitudinaria como Sevilla y Antequera te hubieran ofrecido. ¡Gracias por tanto, Pepe!