La Plaza de Toros de Antequera abría las puertas para el paseíllo a las 18,30 horas, con Antonio Santana Claros, de blanco y oro, Jorge Martínez de fuscia y oro; y Manuel Perera de pistacho y oro. Los tres querían darlo todo y ofrecieron sus diferentes modas de entender el toreo.
Santana consiguió oreja y oreja; Martínez fue el gran triunfador con dos orejas y dos orejas; y Perea, con su guía del torero Padilla, con palmas tras dos avisos y dos orejas. Puerta grande confinada para los tres, que no salieron a hombros por la pandemia, pero sí con aplausos a los tres que salieron por el Patio de Caballos.
Presidía Francisco Fernández, asesorado por Francisco López y en lo veterinario, Carlos Rico. Como delegada de la autoridad, se estrenaba Sagrario Acevedo. En el burladero municipal, el alcalde Manuel Barón, acompañado por el secretario general de Interior y Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía, Miguel Briones; el torero Sául Jiménez Fortes y el teniente de alcalde Alberto Arana.
Se lidiaron tres novillos de Hermanos García Camacho (en primer, quinto y sexto lugar) y otros tantos de Virgen María (segundo, tercero y cuarto) de desigual presentación. Destacó el cuarto.
Algo más de mitad de entrada sobre el aforo permitido. Al final del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del Covid.
Tres maneras de vivir la pasión por el toro
Antonio Santana no tuvo un buen ejemplar en su primero, “Irreal”, donde el de Fuengirola mostró su poderío con el capote con buenas verónicas. Brindó a Fortes, donde solo pudo intentarlo al no responderle el novillo. Mató de una estocada trasera.
En su segundo, “Listo” se veía obligado a sumar nuevos trofeos, abogando con verónicas que gustaron a los aficionados. Con la muleta, se gustó con trincherazos y varias tandas bien dadas. Le costó la estocada, pero repitió oreja.
Por su parte, con una tanda de verónicas recibió Jorge Martínez a “Poeta” donde el murciano demostró dominar el arte de torear y presagia un buen futuro. Mató de estocada trasera.
En su segundo, recibió a “Afilador”, con buenas verónicas y terminó su faena por manoletinas antes de dar una estocada caída.
Y Manuel Perera, siguiendo las directrices de las maneras atrevidas de Padilla, se colocó próximo a la puerta de chiqueros para esperar al novillo “Nogal” con el capote a la espalda. Con la espada, dos pinchazos antes de una estocada trasera.
En su segundo, “Delicado”, de nuevo portagayola, fusionando sus primeros pases con faroles y gaoneras, que levantó los ánimos de las gradas. Brindó a Miguel Briones. Susto con un revolcón sin heridas y su acertada estocada, aunque algo trasera, le sirvió para una nueva oreja.
Fue una tarde donde se vio buena maneras de toreo, bajo los sones de la Banda de Música Vera Cruz de Almogía, donde el coso local respiró buen ambiente y ganas de recuperar grandes de toros.
A los dos festejos anunciados para agosto, esta iniciativa previa vuelve a apostar por las novilladas con picadores, una opción que nos deja ver a los que están llamados a ser grandes figuras del mundo del toro de la fiesta nacional.