De Wit cree que ha intentado
“querer a todo el mundo y ayudar en lo que he podido”, a la vez, le preguntamos por un sueño y por el legado que deja:
“He intentado hacer siempre las cosas más o menos bien”. Continúa:
“A veces, lo he conseguido y a veces no lo he conseguido. Si llego al final satisfecha de que he podido hacer algo para que mi conciencia esté bien, para mí es lo máximo”, recalca.
Al fin y al cabo, explica Pilar antes de finalizar la entrevista, “es el motor de tu vida: estar en paz con Dios porque ayudas”, finaliza Pilar de Wit.Una charla en la que también nos acompañó la antequerana y colaboradora de El Sol, Luisa Casero, que añade a la entrevista el valor personal, la humildad y humanidad de Pilar de Wit, antequerana de corazón y que ha luchado durante estos años para que el mundo sea un poco más justo y, lo más importante, nadie pase hambre en pleno siglo XXI.