Fin de semana de los Santos y de los Difuntos donde el Cementerio de Antequera tomará vida en sus calles para visitar a quienes descansan en él. Por ello, sus puertas abren de 9 hasta las 18 horas sin cerrar a mediodía hasta este martes 2 de noviembre, abriendo una hora antes el lunes 1 a las 8 de la mañana. El martes 2, la Capilla del Cementerio volverá a acoger la celebración de la Eucaristía a las 17 horas.
Se vuelve a este puente tras el recuerdo de las limitaciones de 2020 en cuyo “puente” acudieron 6.987 visitas desde el sábado 31 de octubre al lunes 2 de noviembre.
Con un aforo máximo de 2.828 personas por la pandemia entonces, la hora que más gente tuvo fue de 12 a 13 horas del sábado 31 con 468, por lo que se cumplió con creces la petición de no coincidir y utilizar el amplio horario desde las 9 a las 18 horas y el domingo y lunes desde las 8, sin cerrar a mediodía. El domingo la franja horaria con más gente fue de 10 a 11 con 384 personas; y el lunes 2, de 11 a 12 con 256 visitantes.
Ahora, ante este fin de semana, el Área de Mantenimiento ha procedido a la mejora en los cementerios municipales de Antequera, Cartaojal y La Joya, según informa la concejal delegada de Cementerios, Sara Ríos.
Se sigue recomendando el mantenimiento de la adopción de medidas especiales de cara a prevenir el contagio del coronavirus. “No podemos bajar la guardia, por lo que hacemos un llamamiento general a que se siga usando la mascarilla, a mantener las distancias de seguridad y a tratar de evitar aglomeraciones aprovechando para ello el amplio horario ininterrumpido en el que abrirá el cementerio”, manifiesta Sara Ríos.
La teniente de alcalde delegada de Mantenimiento, Teresa Molina, comunica que se han llevado el pintado de muros y muretes, arreglos de carpintería metálica así como la limpieza y desbroce de los cementerios de La Joya y Cartaojal.
En cuanto a los trabajos específicos en el Cementerio de Antequera, se abordan arreglos de albañilería, limpieza de canalones, pintado general de muros y fachadas, pintado de carpintería metálica y mobiliario urbano (bancos o farolas), adecuación de zonas
verdes y jardines interiores y exteriores o desbrozado de la zona terriza del patio nuevo.
“El mantenimiento que se hace este mes se hace con carácter extraordinario con el objetivo de que los cementerios se encuentren en perfecto estado de conservación de cara a la época en que se conmemoran las festividades de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, a pesar de que a lo largo de todo el año se lleva a cabo un mantenimiento constante en función también de las demandas y necesidades trasladadas desde el área que gestiona los cementerios”, informa Teresa Molina.
Un lugar dolido y tocado por la pandemia
Uno de los sitios más castigados por la pandemia fue el Cementerio. Por un lado, durante el confinamiento, apenas se dejaban a dos familiares que acudieran al enterramiento, junto a un sacerdote y los enterradores. Si es doloroso perder a un ser querido, más lo es no poder estar con él en los últimos momentos.
Cuando el difunto había dado positivo por el virus o había indicios de poder serlo, se llegaron a días en los que con apenas horas tras el fallecimiento, se procedía al entierro. O momentos en los que no se permitió velarlos o verlos por último vez aunque fuera sin vida. Estricto control de sellar el cadáver en el féretro que provocó uno de los momentos más duros del año 2020.
Tras el confinamiento, se flexibilizaron las medidas, dejando una despedida con más familiares, aunque extremando no poder ver al finado. Son recuerdos de los más duros de este virus que únicamente conocen las familias que un día vieron a su familiar sin saber que iba a ser la última vez. Formará parte de los recuerdos más duros de los padecidos.