Todo lo que ocurre a lo largo de la vida tiene dos lecturas: la positiva y la negativa. La marcha del Balonmano Iberoquinoa Antequera no está yendo como quisiéramos, pero sí hay una sonrisa que sacar al espectador. Cantera y futuro. Esa es la lectura más allá de lo deportivo, que sí que nos alegró en la última cita ante Nava. Quino Varo se une a la lista de debutantes en la máxima categoría, y los que quedan…
La cantera del Club Balonmano Los Dólmenes-Tierra de Maestro sigue funcionando a las mil maravillas. Es algo de lo que nos cercioramos cada fin de semana con los equipos de la base ganando y consiguiendo nuevas proezas allí donde van, y esto se ve refrendando con esos juveniles que empiezan a dar el salto con los grandes.
El pasado sábado 19 de febrero fue el turno para el joven Quino Varo, jugador del Tierra de Maestros Antequera Juvenil de 17 años. Suele jugar de central en su equipo, aunque salió como extremo. Una gran melena hizo acto de presencia en el Fernando Argüelles, aunque ya lleva tiempo haciendo ruido. Los que lo conocen hablan de él muy bien y le auguran un futuro prometedor.
El Sol de Antequera ha hablado con Varo, quien se muestra pletórico tras su debut, pero ¿cómo se dio este hecho?: “Como cada jueves, me disponía a entrenar en el pabellón con mis compañeros, cuando el entrenador del primer equipo se dirigió a mí para preguntarme si me gustaría formar parte de la convocatoria para jugar el sábado contra Balonmano Nava. Mi respuesta fue clara y no dudé ni un segundo en confirmarle mi participación. A partir de ese momento solo quería que llegase el día del partido y descubrir si tendría la oportunidad de debutar”, nos explica el joven jugador.
Nervios, un cosquilleo especial, el de antes de los grandes momentos, inundó a Quino durante todo ese sábado, y llegó su hora: “Calentando sí que me sentía nervioso, no me podía creer que yo estuviera allí ya que siempre veía el calentamiento con mis amigos desde la grada. Cuando me llamaron para salir me sentí muy motivado. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando entré y escuché la ovación del público. El sentirme arropado por mis compañeros, afición, familiares y amigos me hizo sentir mucha confianza”, rememora Varo.
Sobre cómo intenta mejorar y un espejo en el que fijarse, Varo lo tiene claro. Todo queda en familia: “Siempre he tenido como referencia a mi hermano Sito. Él también juega como central y desde pequeño ha influido en mi forma de jugar. Él es el espejo en el que siempre me he mirado para intentar mejorar en este deporte y ser cada día mejor jugador”.
Centrado en el cruce para jugar la final con el Juvenil
A pesar del gran acontecimiento, Quino Varo sigue tranquilo y centrado en su día a día. Su mente está fijada en el importante cruce de cuartos de final que jugará su equipo, el Juvenil, ante el Ciudad de Málaga, en el Fernando Argüelles, el próximo sábado 5 de marzo. En la ida perdieron 28 a 26, así que habrá que remontar: Mi objetivo más inmediato es conseguir superar ese partido de vuelta contra Ciudad de Málaga para acceder a la fase final del campeonato de Andalucía. Me gustaría aportar lo mejor de mí a mi equipo para conseguir tener un buen fin de temporada y de etapa como juvenil”.
Sin embargo, la sombra del primer equipo ya es inevitable: “En todo momento que el primer equipo quiera contar conmigo estaré con las mismas ganas, ilusión y motivación que el primer día. Ellos me ayudan a mejorar como jugador de balonmano y como persona”. Para rematar este gran hito, Varo se convirtió en talismán del Iberoquinoa, que ganó tras muchas jornadas.
