Casa Carlos es toda una referencia. Sus orígenes se encuentran en el padre de su actual propietario, Carlos Gómez. “Mi padre arrancó sobre el año 1978, y hasta hoy hemos tenido varios negocios diferentes, todos dedicados a la hostelería”.
Él mismo lleva desde el año 1987 “dedicado plenamente a lo que es la hostelería”. En Casa Carlos lleva casi siete años, “y aquí hemos acertado con el sitio y la gente de Antequera ha respondido estupendamente y estamos muy agradecidos a todos”, señala.
Como claves del éxito de este establecimiento podemos destacar dos aspectos: su ubicación y la calidad de sus productos. “Nos preocupamos mucho de la materia prima, que sea de primera calidad, de que la elaboración sea toda artesanal, como toda la vida”. “Siempre estoy pendiente de la cocina, de la limpieza, del buen servicio”, explica.
“La terraza es el pulmón nuestro, ya que aunque tenemos dos salones interiores entre los que podemos atender a unas 40 personas, pero el espacio exterior nos permite atender a un mayor número de comensales”, indica Carlos Gómez.
En Casa Carlos cuentan con un amplio horario de apertura, desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche de forma ininterrumpida. Los desayunos fue la última incorporación, “surgió a partir de la pandemia, como una forma de hacer viable el negocio ante las restricciones que teníamos, y posteriormente hemos decidido mantenerlo”. Nuevamente, los productos de máxima calidad están haciendo que cada vez sea más demandado.
El churrasco Chaplin como referencia
A la hora de disfrutar de un almuerzo o una cena, Mesón Casa Carlos es garantía de éxito, tanto en “cuchara, carnes a la brasa, pescados o mariscos”.
Dentro de su amplia referencia, hay platos que son especialmente demandados por los clientes. “El máximo referente es el churrasco Chaplin que lo hacía mi padre y nosotros lo hemos ido perfeccionando”, señala. Junto a él también destaca “una presa con foei espectacular, un cordon bleu con dos tipos de quesos, el rabo de toro, el chivo al ajillo, o la carrillada con un tipo de especies morinas que se llama Ras El Hanout”.
Tras la comida, su terraza invita a prolongar la sobremesa y disfrutar de una copa o un café. Pero no solo en verano se puede disfrutar de este espacio, ya que “se encuentra totalmente acondicionada para el invierno, cerrada, con sus estufas y bien iluminada para que sea muy agradable el estar allí”.
“En primavera, verano, otoño o invierno, en Casa Carlos estamos preparados para esperar a nuestros clientes, darles un buen servicio y la mejor cocina”, concluye Carlos Gómez invitando a todos a acudir a su casa.