Situada en un enclave idílico en plena naturaleza en la Finca El Chaparral, en Los Llanos de Antequera, encontramos la Escuela Hípica Equialia, un centro de equitación que respira amor y pasión por los caballos e intenta dar cobijo a cualquier persona que quiera probar esta actividad. Hablamos con su fundador, Rafael Martín Reina, quien nos descubre los entresijos de la equitación desde su enfoque social.
Antequera se ha convertido en un territorio de Hípica. La ciudad ya cuenta con varios clubes y escuelas en torno a esta modalidad lúdico-deportiva. Uno de ellos es el Club Equialia, una escuela de Hípica fundada por el matrimonio de Rafael Jesús Reina Martín y Mamen Castillo García de Arboleya.
Ambos son técnicos deportivos de Equitación y llevan en Antequera con esta escuela desde hace tres años, cuando llegaron desde el Campo de Gribraltar. “Desde que nos planteamos el traslado, creíamos que Antequera era un buen sitio para crear esta escuela. El objetivo de este club es doble: es impulsar la hipoterapia, la equitación para personas con discapacidad; y crear una escuela deportiva de base de Equitación”.
“Disfruto tanto de esto a todos los niveles, que mi gran sueño es que la gente que tengo alrededor disfrute igual y sea tan feliz como yo con esto”. Siempre ha existido ese tópico de que la Equitación es un deporte caro, pero Equialia intenta derribar esta creencia ofreciendo un enfoque más humano: “La escuela parte desde un punto de vista muy social. Somos todos iguales. Todas las personas son bienvenidas, de hecho, nuestros precios son bastante asequibles. Cualquiera tiene acceso a montar aquí”.
Foto: Rafael Jesús Reina Martín (Casariche, 1968) y Mamen Castillo García de Arboleya (Sevilla, 1976) | ©FOTO para EL SOL DE ANTEQUERA
Desde los más pequeñitos, en ponis, hasta más adultos, en una equitación “más lúdica, pero muy divertida”, nos asegura Rafael. También hay espacio para la competición deportiva. Tanto a nivel social dentro del club como en otros lugares a nivel federado. En este sentido, Equialia también ofrece la alternativa del Raid, las carreras de resistencia hípica: “Yo corría de joven, siempre estuve metido en la competición. Ya hicimos un social a principio de año y a finales de diciembre haremos un territorial con gente muy fuerte dentro del deporte del Raid”. Otra actividad muy potente del club son las rutas a caballo.
“Estamos en un enclave fantástico, esto es plena naturaleza en Antequera. Los caballos están en plena libertad. Hacemos rutas hasta de cinco horas que no tocamos asfalto”.
Rafael y Mamen: un matrimonio con “el veneno de la equitación”
“Si yo no tuviera que vivir de esto, haría lo mismo, pero gratis”. Así resume Reina Martín su vocación por los caballos y todo lo que le rodea. Confiesa que su mujer le regaña a veces, aunque ese veneno de la equitación también está en Mamen, que se encarga de la parcela de Hipoterapia: “Trabajamos con personas con movilidad que necesitan trabajar el equilibrio y montar a caballo es una forma perfecta para trabajar la sensación de ir erguido e ir andando. Con las personas autistas se trabaja mucho la comunicación del niño”.
“Montarse a caballo depende de muchas cosas. Los niños son una maravilla porque no le tienen miedo a nada. Si las cosas se hacen bien, sin exigir más de lo debido y con caballos bien entrenados, todo irá bien. La persona adulta tiene que llegar con disposición. Mi reto favorito es agarrar a esa persona que le da miedo y que a la media hora esté feliz encima del caballo”.