La comunidad de la iglesia, convento y colegio de Nuestra Señora del Loreto de las religiosas filipenses bendijo el columbario que se ha construido en su templo, en la tarde del miércoles 26 de octubre, tras una misa presidida por el arcipreste Antonio Fernández y la madre general de las filipenses, la antequerana Ana Burgos.
A las 20 horas comenzó la Eucaristía que contó con participación de monjas, profesores, antiguos alumnos y simpatizantes de la comunidad. En la homilía, el sacerdote se basó en los versos de Quevedo “Amor constante más allá de la muerte”. En los que nos dejó: “Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor tanto fuego han dado, medulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejarán, no su cuidado, serán ceniza, más tendrá sentido, polvo serán, más polvo enamorado”.
Los relacionó con la importancia de buscar un sitio adecuado para las cenizas de nuestros difuntos, como las religiosas ofrecen ahora en su templo. Aconseja no buscar sitios fuera de lugar donde dejar las cenizas, por lo que un columbario es un espacio de Dios.
El columbario de las filipenses
La madre general Ana Burgos nos expone que “era deseo de nuestra comunidad y petición de personas relacionadas con el culto en este templo, que se pudiera habilitar un columbario, por lo que así se ha preparado”.
Ha sido construido por la empresa antequerana MCO Construcción con espacio para 90 nichos. Además, se ha remozado la capilla de acceso, contando con la labor del Ayuntamiento de Antequera que ha acondicionado el arco de piedra para la Virgen del Tránsito del siglo XVIII y el retablo del Señor de la Humildad, de finales del siglo XVI.
Además, un lienzo de la Virgen del Valle con las figuras de San Francisco de Paula y San Francisco de Sales, presiden la entrada, además de una imagen de vestir de Santa Rita.
El precio es de 1.500 euros iniciales y 20 euros anuales mientras se quieran tener allí las cenizas. Para más información, se puede acudir al Loreto o llamar al teléfono 952 84 12 87.