Con 43 años, Abel Segovia Vega dirige el Antequera en una temporada que ilusiona por el juego y la clasificación del equipo verdiblanco al frente del grupo cuarto de la Segunda RFEF.
Nació el 2 de enero de 1979 en Morón de la Frontera. Empezó como futbolista en el Betis, pero el Sevilla apostó por la cantera de jóvenes promesas y lo fichó nada más comenzar con el balón en los pies.
Allí estuvo de los 14 a los 21 años cuando lo fichó el Real Madrid Castilla. Luego siguió por el Sporting de Gijón, Leganés, Alavés, Castellón, Mérida, Ciudad de Murcia, Cultural Leonesa, Cacereño, Écija y se retiró en el Morón, el equipo de su tierra.
Luego comenzó su trabajo dentro de los clubes. Así, su primer destino fue la dirección deportiva del Sabadell en Segunda División y en el Málaga. Seguidamente fue segundo entrenador del Tarragona en Segunda.
Empezó como primer entrenador en su equipo, en el Morón, desde donde la llamaron de Colombia para entrenar al Patriotas Boyacá de la Categoría Primera A. Y de ahí al Antequera este verano.
Quedamos con él el pasado miércoles, a primera hora sobre el césped del Nuevo Maulí, antes del entrenamiento matutino con el equipo. Cercano, sencillo, con planta de futbolista, nos saluda y empezamos a conversar con su filosofía de pensar sólo en el siguiente partido e ilusionado con el sueño que disfrutar de estar en lo más alto.
Para empezar, evidentemente le exponemos si soñaba con estar donde están, líderes, y demostrar la unión y buen juego que expone su equipo. “Lo soñaba, claro que sí. Todos queremos que salga todo bien cuando empezamos. Tenemos una ilusión tremenda y es verdad que con el presupuesto teníamos que ser un equipo humilde, con unas ideas muy claras, poco a poco, al ver cómo estaba la categoría se está consiguiendo”.
¿Y soñaba con estar el primero en la tabla tras ocho jornadas?: “Al final, si te pones a pensarlo seriamente, no es lo normal, pero aquí estamos, lo que hemos conseguido ya no nos lo quita nadie… ¡y a seguir!”.
Se demuestra que el dinero no lo es todo en el fútbol como en la vida. “Normalmente se da que conforme a mayor presupuesto y mejores jugadores, más arriba estás. Pero hay veces donde una idea colectiva basada en la humildad y en la mentalidad ganadora da resultados”, como de momento están teniendo, así tiene su recompensa.
¿Soñamos con seguir así? “Es muy pronto, pero tenemos que seguir trabajando, estamos donde estamos y hay que seguir haciendo las cosas como las estamos haciendo que nos han llevado donde estamos”. Primero, líder, con 20 de los 24 puntos posibles y uno de los pocos equipos invictos del fútbol español. Se le ve tranquilo, como si hubiera estado siempre en este banquillo.
¿Conocía El Maulí antes de entrenar al equipo? “Había venido como segundo entrenador del Betis en una pretemporada en División de Honor y el año pasado estuve un par de partidos viendo el equipo”.
¿Y pensó que alguna vez entrenaría al Antequera? “Sí, lo imaginé porque hablaba con Edu, el director general, de tener una oportunidad que a él le gustaría, que ¿cómo lo veía yo? y lo había pensado y lo deseaba” y aquí está.
Planificar la temporada
Tras todo este rápido verano, ¿pensaba que empezaría tan bien como lo están haciendo? “Creo mucho en los momentos y en el lugar. Son situaciones de muchos jugadores y entrenadores que llegan a un sitio y caen de pie y otras veces que no se da el caso. Yo creo mucho en el momento, creo que se está dando todo aquí, encantado, ilusionado por ver a la gente tan contenta”.
Por cierto, en el segundo año, ¿qué le parece la nueva estructura de la competición? “No me he parado a pensarlo. Al final la Federación es la que reestructura la competición, es lo que hay, estamos en Segunda RFEF y hay que competir”.
Y con un equipo nuevo. “Al final tenemos ocho jugadores de la pasada temporada”. ¿Cómo fue empezar de nuevo a levantar una estructura de jugadores? “Uno ve el equipo y hace su plantilla como cree, según lo que nos haga falta y creíamos que estos jugadores tenían que estar y apostamos por ellos. Hay que salir al mercado, somos un equipo con un presupuesto limitado, hay que reinventarse y en este mercado, tanto Edu Espada como yo, tuvimos que pensar muchas cosas. Ir por jugadores que creíamos podrían ir con nuestras ideas de juego y lo hemos conseguido. Han encajado perfectamente y esperamos que sigamos en esta línea”.
Isra y la apuesta por los talentos de la base
Entre los jugadores, un chaval de 19 años que vienen tirando puertas. Isra. ¿Apostar por los talentos de la base, esperaba este rendimiento? “Es la idea, y que en unos años, haya bastantes jugadores de Antequera, para eso se está trabajando bien en la cantera y ésa es la idea. Ojalá dentro de un tiempo haya más referentes como se tiene ahora mismo a Isra. Es joven, con mucho talento, que compite muy bien, que si va haciendo las cosas bien, tirará para arriba y estará en equipos de superior categoría. Pero hay que tener paciencia, no podemos darle esa responsabilidad a un chaval de 19 años, hay que ir poco a poco con él, enseñándole cosas, sobre todo que vaya creciendo”.
Es una de las señas, junto al capitán, Luis Alcalde. “Al final, Luis tiene mucho que ver en lo que estamos haciendo en este arranque. Es un jugador que necesita sentirse en casa, y aquí lo está. La primera vez que hablé con él me lo hizo saber que estaba deseando de jugar en el Antequera. Luis nos da mucho, es nuestro capitán, el equipo necesita a él y tiene que seguir en esta línea, de crecimiento, y ser el jugador que está haciendo y mantener ese nivel durante toda la temporada”.
Entrenador en un banquillo en el que ¿escucha a la grada durante los encuentros? “Cuando estás en el banquillo se escucha poco. Sí es cierto que en una jugada puntual un ¡uy! se escucha mucho. Se agradece que la gente venga al Maulí, se nota el respaldo de la grada, ojalá que cada día vengan más, para nosotros eso es una satisfacción. La comunión equipo-grada es superimportante. Hay veces que los partidos se atrancan y la grada te puede dar ese puntito que te falta”.
Una temporada fletando viajes en autobús para animar al equipo fuera como el partido ante el Sevilla Atlético. “Se nota. Vas por la calle y la gente te dice: ¡Míster, qué bien, hay que seguir! Es reconfortante. Cuando sabíamos que iba un autobús a vernos a Sevilla y verlos luego en la grada, para nosotros es formidable. Eso se siente y estamos muy agradecidos. Solo les pido que sigan así, que nos respalden, que nosotros vamos a dar mucho por esta camiseta”.
Toca preguntarlo. ¿El objetivo de la temporada? ¿Precipitado es seguir arriba entre los primeros? “Es muy precipitado. Para nosotros el objetivo de la temporada es la permanencia, está muy claro, no tenemos otro objetivo que no sea la permanencia y sobre todo eso, es el partido a partido”.
Es normal que no siempre se gane. “Rachas malas van a venir y mientras más ganas, antes está la posibilidad de perder, siempre lo digo. Cuando vengan las derrotas, las afrontaremos como estamos afrontando las victorias”. Mientras tanto a disfrutar de la tabla… “Vamos a seguir en nuestra línea, vamos a seguir trabajando igual. Ganar, empatar o perder no tiene que sacarnos de nuestra línea de lo que estamos haciendo”.
¿Y su objetivo personal como técnico? “El objetivo es que llegue el domingo y que sigamos compitiendo, seguir disfrutando del día a día, que es maravilloso, con estos jugadores y ponerles tareas y que lo lleven a cabo. No tengo otro objetivo que ser feliz en el día a día, como lo estoy siendo ahora mismo en Antequera y no pienso en otro partido más que el del domingo”.
Así es Abel Segovia, el hombre conocedor del fútbol que jugó como futbolista, se retiró, empezó como director deportivo, luego como segundo entrenador y ahora como técnico. Le ha tocado reconstruir un equipo, basado en jóvenes jugadores que se suman a los más veteranos. Un equipo nuevo, verdiblanco, aunque el naranja se suma a la indumentaria, es nuestra particular “naranja mecánica” que es líder en este gran mes de octubre.