Visitamos ante esta Navidad, el hogar de Carlos Corredera Reyes y Ángela Montenegro Lozano, donde nos reciben con sus hijos María de Nazareth y Carlos. Ambos son profesores en el Colegio de Nuestra Señora de la Victoria.
Forman una familia cristiana con el espíritu franciscano y de Madre Carmen, presentes en sus vidas. Continuamos con ellos cómo se vive en su casa estas fiestas que comenzamos a celebrar, recordando cómo surgió el amor en sus vidas y cómo lo celebran junto a su fe en Dios y la bendición de sus pequeños. Una visión muy frecuente en muchos hogares donde la familia y buscar a ese Niño es la estrella que encuentran en llegando el 24 de Diciembre.
El mundo religioso precisa de vocaciones para sacerdotes y religiosas, pero también las de padres y madres, matrimonios cristianos que mantengan el espíritu de vida de fe en Dios. Elegimos este año el hogar del pregonero de la Navidad, donde Carlos y Ángela forman un joven matrimonio que sigue los pasos de sus padres y va marcando el camino de sus hijos desde pequeños.
Su amor surgió de las convivencias de Paz y Bien. “Nos conocíamos, como casi todos los que formamos parte de los movimientos de Paz y Bien, pero tuvieron que pasar años para darnos cuenta que estábamos llamados por el amor de Dios y así fue cuando dejamos de ser adolescentes y crecimos como adultos”, nos reconoce Carlos ante el Belén del salón, mientras que el pequeño Carlos está en brazos de Ángela y María juega en el inicio de la entrevista.
Él es de Palma del Río y ella de Antequera, de los Montenegro y Lozano. “No he salido de La Victoria desde los 3 años. Empecé con Paz y Bien, luego el coro, y seguí aquí mientras estudiaba Magisterio y Psicopedagogía; y ahora soy profesora en Primaria”.Lo de Carlos es distinto. “Conocía a las hermanas franciscanas del pueblo, estudié en un público en Palma del Río, pero las había conocido porque ellas están muy cerca de la parroquia de mi cofradía. Me invitaron a conocer Paz y Bien y probé con 14 años y aquí sigo. Estudié Historia y Ciencias Religiosas y soy profesor de Secundaria”.
Tras verse de niños, a iniciar una aventura en Pizarra. “Nos conocíamos desde siempre, pero en el 2012 todo cambió, nos vimos de una manera diferente”. “Él es muy servicial, coincidía conmigo en que vivía la fe como yo, vivía el carisma franciscano con humildad y entrega”.
“Ella tiene una inmensa bondad, es una persona muy buena, increíble cómo trata a los niños. No es fácil encontrar a alguien que entienda que la fe es importante en tu vida: ir a misa, rezar, casarte, educar a hijos en la fe…”.El carisma franciscano “bajo la impronta de Madre Carmen es algo que nos unió y sigue presente”.
El 7 de julio de 2013 es la fecha del inicio de su romance. “Ahí empezamos a estar más en Palma que en Antequera”. “Tuvimos un noviazgo muy serio, eran 100 kilómetros, yo quería que sus padres me conocieran; y a ella, mi madre”. “Desde el primer día tuvimos que hacer oficial la relación porque había mucha distancia”.
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El 8 de julio de 2017
Es su fecha, la fecha, en la que unieron sus vidas en santo matrimonio. “El 8 de julio de 2017 en San Pedro fue el día que nos dimos el sí ante Dios y la Iglesia”. “Para mí fue uno de los mejores días de mi vida, lo preparamos con mucho cariño”, comparte Ángela.
“Nos dijo una amiga una frase que nos marcó: ‘Gracias por ser tan auténticos’. Y nos llenó porque ella es atea y nos expresó que se emocionó de ver cómo lo habíamos preparado todo y que hacíamos lo que sentíamos, sin postureos, algo que le llenó”. “Nuestra boda duró hora y media”, comparte Carlos. “La liturgia la preparamos con todo detalle, el coro era de Paz y Bien con amigos de Osuna, de Mataró, de Antequera, de Palma… Lo hacíamos de corazón como ellos lo hicieron con nosotros con tantas vivencias que no olvidaremos”.
A esa fecha se les unió el 16 de junio de 2018. “¡Qué te digo, nació nuestra María de Nazareth!”. “Es algo que no imaginabas que fuera más grande, pero es que lo es el poder ser padre, como también lo ha sido la segunda vez, el 17 de mayo de 2022, esta vez con Carlos”.
Ser padres “es algo muy comprometido, si lo vas a hacer, tienes que ser responsable. Cuando vemos familias tan rotas…”. “Es la expresión de amor más grande que una pareja puede tener con esa capacidad que el amor que sientes tenga forma, es una pasada, algo increíble”.Crece la familia que “es el respeto y la comprensión, el saber estar unidos y seguir adelante, confiando el uno en el otro, no dejar que se rompa en el día a día. Hay que enamorarse en cada instante”.
En el 2022, ¿qué es una familia cristiana?, le preguntamos. “Tiene que estar construida en el amor, no sólo del uno por el otro, sino de tres. En un matrimonio cristiano, el cimiento es el amor con Dios. Hay tres pilares: el marido, la mujer y Dios, sin él, no tendría sentido”, apunta Carlos.Para mantener esa llama, la profesora expone: “Hay que disfrutar de la pareja hasta cuando vas al Mercadona, en el día a día, no sólo en lo extraordinario de viajar o los fines de semana”.
Vivir la Navidad
Carlos viene de una familia pequeña. “Lo que hemos vivido, lo hemos hecho con mucho amor. Con 26 años nos quedamos sin mi padre y estamos mi madre, mi hermano y yo”. Y ahora además “con los Montenegro, donde nos lo pasamos muy bien, es un momento entrañable”. La Navidad empieza en el puente para la Inmaculada, “el portal tiene que estar montado, el árbol ya se verá si tiene que esperar unos días, pero el Belén, siempre”. Son días donde “buscamos estar en familia, descansar. El 24 y 31 en Antequera, con los Lozano o con los Montenegro, y con mi madre y mi hermano, el día 25”.
La Navidad “es la Encarnación de Dios. Luego le podemos poner los apellidos que quieras, los regalos, luces y lo que quieras, pero siempre teniendo en cuenta lo primero”.La Navidad es un tiempo especial, por lo que “la familia debe reunirse y hacer cosas diferentes. Los Reyes Magos vienen… Los niños tienen que vivir todo eso porque al final las cosas se hacen importantes. El problema es dónde ponemos el foco, si en el centro o en lo demás. Todo eso es por Jesús y no debemos de hacer regalos porque sí”.
Terminamos preguntándoles dónde estaría hoy ese Niño que va a nacer. “Estaría en esas acciones escondidas, en Navidad o en cualquier época del año. La solidaridad está más presente de lo que creemos, en Navidad y durante todo el año”. Les dejamos, en unos días donde “vamos a ver los Belenes, y nos fijamos en sus caras al verlos y buscamos transmitirles lo que expresa cada figura”. Así es el día a día en la casa de los Corredera-Montenegro, que como todos los hogares se preparan para vivir esta Navidad.
