Un policía nacional reanimó a una niña de año y medio que llegó a la Comisaría de Antequera en parada cardiorrespiratoria, en brazos de su padre, siendo traslada luego al Hospital, según el Gabinete de Prensa de la Policía Nacional de Málaga.
El policía practicó la maniobra de Heimlich a la pequeña, que no podía respirar por la flema que presentaba y fue trasladada al Hospital Comarcal en vehículo policial. Después de pasar por el área de observación, la niña recibió el alta médica tras padecer un episodio de “convulsión por estado febril” y se recuperó del susto.
Era la tarde del 27 de diciembre cuando cuatro agentes adscritos al Grupo Local de Policía Judicial se apeaban de un vehículo oficial cuando observaron cómo un joven, descalzo y en pijama, corría hacia ellos con un bebé en brazos, solicitándoles ayuda.
Tras una breve comprobación inicial, en la que se observó cómo la niña no respiraba y presentaba una tonalidad amoratada, uno de los agentes tomó las riendas de la situación y la socorrió en el lugar, mientras de llamaba a los servicios sanitarios.
Así, colocó a la niña boca abajo sobre su antebrazo, sosteniéndole con una mano la cabeza, y le dio varias palmadas en la espalda, justo entre los omoplatos, consiguiendo que la niña echara restos de mucosa y volviera a respirar entre los lógicos llantos.
Tras la práctica de los primeros auxilios, los agentes trasladaron en un coche oficial a la bebé y su padre al Hospital Comarcal, donde aguardaban los médicos, que habían sido avisados desde la comisaría donde ya la revisaron y atendieron hasta superar la anomalía.
Finalmente, la pequeña recibió el alta médica habiendo padecido un episodio de “convulsión por estado febril” del que se recuperó.
Una historia con final feliz que vuelve a demostrar lo importante que es la formación en la prevención como es esta maniobra y que los agentes del orden están al servicio del ciudadano en muchas facetas de las que se suponen como demuestra esta historia.
